Qué son los germinados, cuáles son sus beneficios y cómo podemos hacerlos en nuestra propia casa

En ocasiones, desde Vitónica os hemos recomendado recetas que incluían germinados entre sus ingredientes. Y es que, se tratan de alimentos muy saludables, que se pueden incluir de manera sencilla en nuestra alimentación, obteniendo de manera fácil todos sus beneficios.

Sin embargo, es posible que no hayamos escuchado hablar de ellos nunca - personalmente, no lo había hecho hasta hace poco -, no sepamos para qué sirven o, simplemente, no hayamos conseguido encontrarlos en ningún supermercado o tienda. Por ello, te contamos todo sobre los germinados, para qué nos sirven y, lo que es mejor, cómo podemos elaborarlos en nuestra propia casa.

Qué son los germinados

Cuando hablamos de germinados nos referimos a brotes que provienen de diferentes semillas, granos o leguminosas. La germinación surge por la acción que la humedad, el calor y el aire tienen en este tipo de alimentos. Al ser sometidos a su acción, en las condiciones adecuadas, surgen estos brotes en forma de pequeñas plantas.

Seguramente todos nosotros hemos visto, o hemos hecho, en el colegio el experimento en el que metemos un haba verde en algodón dentro de un bote y comienza a surgir una plantita. Pues, básicamente, eso es un germinado.

Lo curioso es que podemos conseguir germinados de numerosos alimentos diferente. Por ejemplo, de la soja, los guisantes, las habas, o las alubias. Pero también podemos hacerlos con granos, como el arroz e, incluso, con semillas.

Todos los beneficios de los germinados

Lo sorprendente es que, en alimentos tan pequeños, la cantidad de nutrientes presentes es muy alta, con la ventaja de que cuenta con muy pocas calorías. Los germinados nos pueden aportar nutrientes y vitaminas que igualan las cantidades de la fruta o la verdura, por lo que incluirlos en nuestra dieta es una ventaja.

Entre otras cosas, cuentan con gran cantidad de enzimas, vitamina E, C, A, K, y algunas del grupo B. También cuentan con minerales, aminoácidos, clorofila, betacaroteno y, también, algunos antioxidantes.

Uno de los beneficios de los germinados es que, aunque no tienen mucha fibra, sí son  muy tiernos y resultan muy fácil de digerir. De esta manera, nuestro cuerpo absorbe de manera sencilla los nutrientes presentes. Tanto nuestra salud celular, como nuestro equilibro corporal y nuestros niveles de hidratación se verán beneficiados. Así mismo, son aptos para consumir incluso por aquellas personas con problemas digestivos y pueden evitar molestias estomacales.

Así podemos hacer nuestros propios germinados en casa

Una de las ventajas que tienen los germinados es que podemos elaborarlos en casa de manera bastante sencilla y tanto como queramos. Esto hace que resulte muy económico, no nos ocupan casi espacio y los podemos elaborar durante todo el año. Con la ventaja añadida de que no necesitamos volvernos locos buscándolos en tiendas y supermercados.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que todo el proceso debe ser muy higiénico, por lo que el espacio donde vayamos a hacerlo tiene que estar bien limpio, así como nuestras manos. Los botes o recipientes que vamos a usar tienen que estar también libres de olores y bien lavados.

Necesitaremos la semilla, legumbre o grano que queramos germinar, agua, un bote de cristal con boca ancha, un trozo de tela o una tapa agujereada y listo. Con eso ya podemos empezar.

  • El primer paso es lavar bien las semillas o granos de manera que se elimine cualquier elemento en la piel que impida la germinación.
  • Colocamos las semillas en un tarro de cristal con una cantidad de agua que sea tres veces la cantidad de semillas que hayamos colocado. Tapamos con una gasa, tela transpirable o tapa agujereada.
  • Colocamos el tarro en un lugar de nuestra casa donde no reciba luz directa y esté cálido.
  • Ahora toca colocar el bote en posición horizontal y repartir las semillas por la pared del mismo. Durante los primeros días necesitaremos aclararlos unas dos veces al día y ya posteriormente bastará con una vez al día.
  • Iremos viendo cómo van creciendo los brotes. Cuando alcancen uno o dos centímetros podremos consumirlos.

En qué platos incluir germinados

La ventaja de los germinados es que se pueden añadir a numerosos platos. Una de las maneras más sencillas es añadírselos a las ensaladas que hagamos. También los podremos añadir a nuestros sandwiches saludables, como acompañamiento de carnes, combinados con arroz, en rollitos, y casi cualquier otro plato que se nos ocurra.

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