Entre las distintas hojas verdes que encontramos a nuestra disposición se encuentra la rúcula o arúgula, una hortaliza de peculiar sabor de la cual te contamos sus propiedades, beneficios y posibles usos en la cocina.
Propiedades de la rúcula
La rúcula, como otras hojas verdes es una hortaliza muy reducida en calorías que derivan principalmente de los hidratos de carbono y la fibra.
Entre sus micronutrientes destaca el contenido en vitamina C que le confiere propiedades antioxidantes a la rúcula como señala un estudio realizado en España y también, posee potasio, calcio en menores proporciones, vitamina A, carotenos, un mínimo de vitamina E y vitaminas del grupo B varias entre las que predomina el ácido fólico.
Por otro lado, es poseedora de variados compuestos bioactivos como los glucosinolatos que le confieren propiedades anticancerígenas además de un ligero sabor picante, polifenoles con efecto antiinflamatorio y también, aceites esenciales y otros compuestos que le permiten tener propiedades antimicrobianas como concluye una investigación publicada en Pharmaceutical Biology.
Asimismo, por sus compuestos fenólicos y su tipo de hidratos de carbono, la rúcula tendría un efecto prebiótico en el organismo humano.
Beneficios de la rúcula
La rúcula es una de las muchas hortalizas recomendables para un plan de adelgazamiento, pues aporta mucho volumen con pocas calorías y resulta saciante al ofrecer un intenso sabor y exigir masticación.
Además, por su fibra y su efecto prebiótico podría beneficiar la flora intestinal y así, reforzar defensas del organismo o ayudar al control y prevención del estreñimiento.
Sus compuestos bioactivos son muchos y ellos con sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias pueden contribuir al tratamiento y prevención de enfermedades varias como la obesidad, el cáncer como señala un estudio publicado en PlosOne o infecciones diversas debido a que puede reforzar el sistema inmune y por ello, es considerado un alimento funcional.
Asimismo, puede ser una buena opción para obtener nutrientes de calidad tales como el calcio o bien, hierro y ácido fólico y así, ayudar a prevenir anemias nutricionales.
Cómo usar rúcula en la cocina
Aunque como otras hojas verdes la rúcula puede usarse en cocido, recomendamos su consumo sin cocción previa higiene adecuada para conservar mejor sus propiedades y nutrientes.
Así, podemos emplearla para la elaboración de una ensalada, de un arroz con vegetales, de unos pinchos para el aperitivo, una baguette rellena, un smoothie bowl para el desayuno o una sabrosa pizza con cubierta verde.
Imagen | Pixabay
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