Siete infusiones para mejorar tu salud: en qué te ayuda cada una de ellas

Santiago Campillo

Colaborador

Licenciado en Biología, divulgador científico y autodidacta a tiempo parcial. Gentilhombre del S. XXI. La Comunicación Científica es mi pasión y también mi profesión cuando se deja. Inquieto por naturaleza, cómodo por vicio y creativo por enfermedad.

La fitoterapia es efectiva, a pesar de las dudas que, debido a la desinformación, generan a veces ciertos tratamientos que emplean elementos naturales. Dentro de este ámbito, las infusiones son, probablemente, el mejor ejemplo.

La medicina moderna permite que usemos, día a día, una serie de sustancias concentradas capaces de reducir todo tipo de dolencias. Sin embargo, para molestias más leves, los remedios fitoterapéuticos son más que suficientes, con pocos efectos inesperados, baratos y se pueden usar sin prescripción médica (en la mayoría de los casos). Hoy vemos algunos ejemplos.

Infusión de sauce para el dolor ligero

Salix sp., el sauce, es, probablemente una de las plantas insignia en fitoterapia. Desde la antigüedad se conocen sus usos en infusiones y decocciones para tratar los dolores leves. Tiene todo el sentido del mundo, pues la corteza de sauce contiene ácido acetilsalicílico, el componente de la aspirina. De hecho, de aquí se extrajo por primera vez.

La European Scientific Cooperative On Phytotherapy, o ESCOP, aprueba su uso para el alivio del dolor de espalda y el tratamiento sintomático de afecciones reumáticas leves, así como para la mejoría de la fiebre asociada al resfriado común y el dolor de cabeza. La Agencia Europea del Medicamento, por su parte, admite su uso para el tratamiento a corto plazo del dolor de espalda y su uso tradicional para el alivio de los dolores articulares menores. Actualmente, existen varias marcas comerciales que ofrecen infusiones de sauce.

El poleo menta para los gases

No es infundada la fama que tiene el poleo menta como digestivo. Efectivamente, esta socorrida infusión ayuda al malestar gastrointestinal, especialmente en cuanto a los gases se refiere. Esto se debe a su contenido en pulegona, mentol y otras sustancias terpénicas como la mentona e isomentona.

Estas mismas sustancias también han mostrado cierto efecto espasmolítico, que ayuda a reducir los espasmos estomacales, por lo que puede ayudar a aliviar el malestar de barriga, aunque estos resultados se han obtenido en ratas, principalmente. También se le atribuyen propiedades antioxidantes varias, aunque estas tienen mucha menos importancia.

La manzanilla para el estómago

Al igual que ocurre con la menta poleo, la camomila, Chamaemelum nobile también ha demostrado tener propiedades digestivas y carminativas, pero también ligeramente sedantes, vasodilatadoras y antiespasmódicas. Esto convierte a la manzanilla, cuyos efectos son más intensos que los de la menta, por ejemplo, en la infusión por excelencia ante los dolores de estómago.

Precisamente por estas propiedades, no se recomienda tomar manzanilla, o sus concentrados, durante el embarazo, ya que puede causar contracciones uterinas y aborto. Por sus propiedades antiespasmódicas, a veces, se utiliza para "calmar los nervios" de forma efectiva.

La regaliz como antiinflamatorio

La raíz de Glycyrrhiza glabra es conocida por su característico sabor amargo, empleado en caramelos, bebidas y otros productos. Pero, además, esta contiene una gran cantidad de ácido glicirricínico. Esta sustancia tiene un interesante efecto antiinflamatorio, además de expectorante.

Otro uso, aunque tal vez menos efectivo, es el antiherpético, capaz de reducir la extensión y efectos del herpes. También se le atribuyen propiedades antiácidas y propiedades digestivas. Pero, sin duda, esta raíz puede emplearse con un efecto moderado ante problemas inflamatorios.

Laurel para expulsar la bilis

Al igual que ocurre con otras infusiones, las de laurel son digestivas pero, además, es un buen colagogo, es decir, facilita la expulsión de la bilis retenida en la vesícula biliar y ofrece cierto carácter hepatoprotector (muy leve). Su uso en combinación con otras hierbas puede ser muy interesante, ya que por sí sola resulta una planta de sabor y olor demasiado fuerte.

Café como cardioprotector

Pues sí, hace ya tiempo que el café dejó de ser el malo de la película, como hemos dicho en más de una ocasión. Más bien al contrario, beber café presenta una serie de interesantes beneficios tanto para el sistema nervioso como para la atención, como estimulante y, sí, también como cardioprotector.

Esto se debe no tanto a la cafeína como a la miríada de sustancias que encierran sus granos, entre los que se encuentran un montón de moléculas antioxidantes, antiinflamatorias y con un buen número de actividades biológicas. Entre ellas, como decimos, encontramos un efecto protector sobre el sistema cardiovascular muy interesante. Eso sí, no se recomienda su uso en caso de hipersensibilidad a la cafeína.

Valeriana para descansar mejor

No podía faltar en este compendio la valeriana, una hierba conocida por su fuerte efecto sedante y ansiolítico. Valeriana officinalis es conocida por sus propiedades neurasténicas, capaces de reducir el insomnio y la neurosis. También tiene efectos antiespasmódicos y relajantes, que ayudan con ciertos dolores. En ocasiones se ha usado en trastornos convulsivos.

Pero su papel principal, en una fitoterapia de andar por casa, está claro que se encuentra en su capacidad relajante y sedante. Esta infusión se emplea ante situaciones nerviosas de gravedad o ante problemas para dormir con bastante éxito, siendo, en muchas ocasiones, un buen sustituto de sustancias más fuertes.

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