Hace unos días os propusimos una adivinanza, y era que nos contaseis cuál es la forma más saludable de cocinar las patatas. La respuesta por vuestra parte ha sido muy alta, pero ha habido varias opciones dentro de las que os proponíamos. Por eso os vamos a dar la respuesta y los motivos de por qué es una de las formas más sanas de preparar la patata.
En la adivinanza os presentamos como posibles opciones de cocinar las patatas tres diferentes. En primer lugar serían fritas, después cocidas y en tercer lugar asadas al horno. Entre estas tres opciones la más sana y sabrosa es asarlas al horno, ya que apenas se les añaden grasas y es la manera menos agresiva de las tres.
Descartamos freír las patatas debido a que los fritos nos son nada recomendables en nuestra dieta, y en el caso de las patatas no iba a ser una excepción. Sí que es cierto que dista mucho una u otra forma de freír y utilizar un aceite u otro, pero a pesar de todo el aporte de grasas y calorías es alto, sobre todo cuando el aceite en el que se fríen está demasiado usado y nos aporta además toxinas que nos pueden hacer más mal que bien. Comer habitualmente patatas de esta manera significa un riesgo a la hora de aumentar los niveles de colesterol en sangre, empeorando la circulación y corriendo el riesgo de padecer enfermedades cardiacas.
Otra de las opciones que os planteamos en la adivinanza fue cocerlas en agua. Desde luego que es una manera muy saludable de preparar las patatas, ya que el aporte graso es nulo, lo mismo que el calórico. El problema de sumergir los alimentos en agua hirviendo es que la mayoría de las vitaminas y algunas sustancias que contienen se eliminan a través del agua que las absorbe y muchas de ellas terminan perdiéndose. Es cierto que esta forma de comer la patata es una de las más digestivas, y es el proceso que se suele utilizar a la hora de hacer puré, aunque en este caso se utiliza el líquido con lo que se mantienen las propiedades de este alimento.
En tercer lugar os propusimos asar las patatas. Esta manera de prepararlas es la más saludable de las tres y la más sabrosa, ya que no se les añade ningún tipo de grasa ni calorías adicionales, y a pesar de perder algunas vitaminas, debido al aumento de la temperatura, pierden muchas menos que al cocerlas. Proponemos que para cuidar la línea y la salud comencemos a asar las patatas, ya que las podemos preparar de diferentes maneras y acompañarlas de verduras, carne…
Es cierto que no comentamos prepararlas al vapor, y muchos de vosotros habéis propuesto esta opción como la más saludable. No la añadimos, pero es la forma en la que se conserva un mayor número de nutrientes con el menos contenido en grasa, pero no es una forma tan sabrosa de consumirlas. A pesar de todo, muchas personas prefieren esta opción frente a las otras tres para conservar al máximo su salud.
Imagen | hankaleh
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