Dentro de los alimentos de estación que no podemos dejar de incluir en nuestra dieta durante este otoño encontramos las castañas de las cuales hoy te mostramos sus propiedades, beneficios y cómo usarlas en la cocina para sacarle el máximo provecho a las mismas.
Propiedades de las castañas
Las castañas son un fruto seco que tiene la particularidad de no ser ricos en grasas, sino que entre sus nutrientes predominan los hidratos de carbono, con un mínimo de azúcares naturales y aminoácidos esenciales como señala una investigación publicada en Food Chemistry.
Asimismo, las castañas son un fruto seco ligero en comparación con otros ejemplares, ya que no alcanzan las 200 Kcal por cada 100 gramos y poseen una elevada proporción de fibra en su composición, así como de minerales de utilidad para el organismo tales como potasio, magnesio, fósforo y calcio de origen vegetal.
Por otro lado, pueden ofrecer un mínimo de vitaminas del complejo B, vitamina C y E al organismo así como compuestos fenólicos con propiedades antioxidantes como han comprobado científicos de Turquía.
La castaña tiene propiedades particulares entre las que destaca su mayor aporte de hidratos con menos grasas y calorías respecto a otros frutos secos, pero con mucha fibra y minerales para el organismo.
Beneficios de la castaña
Si buscamos una fuente concentrada de minerales para el organismo pero sin demasiadas calorías, la castaña es un alimento de gran utilidad. Además, por su riqueza en hidratos de carbono y su elevado contenido acuoso cercano al 50% las castañas también son de mucha ayuda en la dieta de deportistas, pues además, ofrecen minerales que contribuyen al buen funcionamiento del sistema neuromuscular como potasio, magnesio y calcio.
Por otro lado, por ser fuente de polifenoles antioxidantes las castañas pueden proteger a cada célula del cuerpo del efecto negativo del estrés y los radicales libres del oxígeno, pudiendo entre otras cosas retrasar o controlar enfermedades mediadas con procesos inflamatorios tales como obesidad, diabetes, cáncer y otras como las enfermedades cardiovasculares según señala una investigación publicada en la revista científica Nutrients.
Asimismo, las castañas pueden ayudar a prevenir carencias nutricionales y saciarnos con buenos nutrientes (y sin muchas calorías) al momento de adelgazar.
Por todos sus buenos nutrientes y propiedades, incluir castañas a la dieta y más aun en esta temporada en que encuentran su mejor época de consumo puede enriquecer nuestra alimentación en beneficio del organismo.
Cómo usar castañas en la cocina
Las castañas poseen una delgada piel que debemos retirar previo a su consumo, para lo cual podemos sumergir en agua a punto de ebullición unos 10 a 15 minutos las castañas y después, retirar con mayor facilidad.
Una vez sin piel podemos consumir las castañas tostadas o asadas, proceso durante el cual su peso se reduce entre un 20 a un 30% y sus nutrientes se concentran o bien, podemos sumar castañas a variedad de preparaciones como puede ser una tarta de castaña, un bizcocho o marrón glacé que es el dulce típico a base de castañas. Aunque también podemos elaborar platos salados con castañas tales como una salsa para carnes, un arroz al horno, un salteado o un cocido gallego diferente.
Hay muchas formas de usar castañas en esta temporada y aprovechar al máximo sus propiedades para beneficiar la salud con su consumo.
Bibliografía consultada | Food Chemistry, Volume 106, Issue 3, 1 February 2008, Pages 976-984; Quality Assurance and Safety of Crops and Foods, Volume 4, Issue 4, December 2012, Pages 199–205; Nutrients 2013, 5(10), 3779-3827; doi:10.3390/nu5103779 y Journal of the Science of Food and Agriculture, Volume 81, Issue 11, 1 September 2001, Pages 1106–1112.
Imagen | Pixabay
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