La diabetes es una enfermedad metabólica en la cual su control depende en gran medida de mantener estables los niveles de glucosa en el organismo. Para lograrlo una buena dieta puede ser de gran ayuda y aunque no hay alimentos prohibidos porque con ayuda de la insulina podemos evitar picos de glucemia, si hay alimentos que desaconsejamos consumir en quienes padecen diabetes como los que mostramos a continuación.
Azúcar de mesa
El azúcar de mesa es el azúcar blanco o refinado que habitualmente se utiliza como endulzante de infusiones y platos varios. Es un hidrato de carbono simple y se absorbe muy rápidamente, más aun si sólo va junto a un líquido. Por ello, puede ocasionar un pico de glucosa en el organismo que en repetidas ocasiones y con el tiempo empeora el pronóstico de la diabetes.
En personas que no padecen la enfermedad también es un alimento a evitar ya que forma parte de los azúcares libres o añadidos que la OMS recomienda reducir, justamente porque también induce picos de glucosa y predispone a la inflamación como señala un estudio publicado en 2014 así como incrementa el riesgo de sufrir obesidad y otras enfermedades asociadas.
Por ello, lo mejor es reducir siempre que sea posible el consumo de azúcar de mesa y en su reemplazo emplear endulzantes naturales como la stevia o edulcorantes artificiales varios cuya seguridad ha sido probada.
Miel o siropes
Son más nutritivos que el azúcar de mesa en el sentido de que concentran mayor proporción de vitaminas y minerales e incluso, pueden ser fuente de antioxidantes. Sin embargo, también se asimilan muy fácilmente pasando rápidamente a la sangre y pudiendo ocasionar un pico de glucosa.
Por esta razón, al igual que el azúcar la miel y los siropes deberían evitarse en personas con diabetes y en quienes no lo son también, ya que como señalan expertos de la Escuela de Salud Pública de Harvard su consumo habitual así como otroa alimentos de alto índice glucémico predispone a sufrir no sólo diabetes sino también enfermedades como la obesidad, infertilidad, problemas cardiovasculares e incluso, cáncer.
En su reemplazo podemos acudir a variedad de edulcorantes que pueden emplearse para endulzar preparaciones varias o bien, escoger a alimentos naturalmente dulces que son mucho más nutritivos y que no se absorben tan rápidamente, no siendo por ello desaconsejados en una dieta saludable. Un ejemplo son los dátiles, el plátano u otras frutas frescas y enteras.
Bebidas azucaradas
Son fuente de azúcares libres o añadidos como los mencionados anteriormente, pudiendo además contener sustancias estimulantes del sistema nervioso central como la cafeína y fructosa industrial que se ha vinculado a mayor grasa abdominal y por ello, puede empeorar el control de la diabetes.
Por supuesto, en personas que no presentan diabetes son igualmente bebidas deseaconsejadas ya que contienen sustancias adictivas, azúcares que provocan daños sobre la salud si se consumen de forma habitual y muchas calorías sin nutrientes buenos para el organismo, es decir, calorías vacías.
Asimismo, por contener fructosa industrial pueden generar mayor riesgo de aterosclerosis como concluyeron científicos de España, aumento de peso e incluso, hipertensión arterial.
En su reemplazo mejor acudir al agua o al agua carbonatada, agua saborizada naturalmente con hierbas, frutas o verduras o bien, infusiones varias sin el agregado de azúcares de ningún tipo.
Zumos de frutas
Como bien se menciona en una publicación de la revista Diabetes Care de principios de año, los zumos de frutas (aunque sean naturales) son alimentos desaconsejados en quienes padecen diabetes.
A diferencia de la pieza de fruta entera, son fuente de hidratos simples, se absorben rápidamente y pueden ocasionar picos de glucosa en sangre con su consecuente liberación de insulina en grandes proporciones, lo cual con el tiempo puede empeorar el control de la diabetes y en quienes no padecen la enfermedad, conducir a enfermedades metabólicas propias de la insulino- resistencia como señala un estudio publicado en 2015.
Nada mejor que consumir la fruta entera en reemplazo de zumos de frutas o bien, emplear aguas saborizadas con frutas pero no el zumo como tal que es concentrado en azúcares simples y no sacia con facilidad.
Bollería industrial
Son productos ultraprocesados de bajo perfil nutricional, poseen harinas refinadas y azúcares simples así como grasas muchas veces de mala calidad que perjudican la salud al inducir cambios metabólicos que incrementan el riesgo de sufrir obesidad, hipertensión y otras enfermedades como concluye una investigación de la revista Obesity.
Asimismo no sacian y pueden ocasionar subidas bruscas de glucosa en sangre. Por ello, la bollería industrial es desaconsejada en quienes padecen diabetes y en quienes no, pues en el marco de una dieta saludable todos sus ingredientes y nutrientes no son recomendables.
Incluyendo dentro de este grupo a las galletas comerciales que poseen iguales características que un bollo, recomendamos usar en su reemplazo galletas caseras sin azúcares añadidos, pasteles u otros productos de pastelería artesanales y con harinas integrales así como sin azúcares libres.
Pan blanco
A diferencia del pan integral o de otros productos derivados de harinas integrales, el pan blanco está basado en harinas que se absorben muy rápidamente, que no requieren trabajo digestivo como señala el Scientific Advisory Committee on Nutrition en su documento del año 2015 sobre Carbohidratos y Salud.
Por esta razón, no sacia fácilmente y sus hidratos pueden convertirse rápidamente en glucosa en sangre que estimula la liberación de insulina. De esta forma perjudica a quienes padecen diabetes y a quienes no provocando alteraciones metabólicas que con el tiempo dan origen a enfermedades y a complicaciones propias de las mismas.
En su reemplazo, nada mejor que emplear el pan de grano completo o pan 100% de harina integral, que posee más fibra, más proteínas y mejores nutrientes y no se digiere fácilmente por lo que no puede provocar picos de glucosa en sangre y por lo tanto, tienen efecto antiinflamatorio y se asocian a mejor salud.
Alcohol
A diferencia de los alimentos mencionados anteriormente, el alcohol puede producir un caída brusca en los efectos de glucosa en sangre, excepto que el trago elegido combine azúcar con alcohol.
En ambos casos el alcohol provoca cambios bruscos en los niveles de glucosa en sangre y por ello es desaconsejado en personas con diabetes. Pero al mismo tiempo, su ingesta debería reducirse al máximo posible en todas las personas (con diabetes o no) porque puede ocasionar problemas en diferentes órganos del organismo, aumento de peso, mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y un aumento en las probabilidades de morir por diferentes causas.
Nada mejor entonces, que acudir a bebidas 0% alcohol en su reemplazo o limitar su consumo siempre que sea posible pues aun una copita al día puede perjudicar la salud.
Ya vemos que los alimentos que no pueden consumir quienes tienen diabetes son los mismos que recomendamos evitar en todos aquellos que buscan cuidar su salud mediante el logro de una dieta equilibrada, pues en realidad, la diabetes está estrechamente vinculada a nuestro estilo de vida y su control depende en gran medida de nuestros hábitos.
Imagen | Pixabay y Pexels
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