La comida rápida, rica en grasas y azúcares simples, produce un elevado estrés oxidativo que culmina afectando la salud cardiovascular, además, eleva los triglicéridos y la glucosa en sangre, favoreciendo el desarrollo de cuadros inflamatorios asociados a la obesidad y otras enfermedades crónicas.
Sin embargo, un reciente estudio ha probado que el zumo de naranja puede reducir los efectos negativos de la comida rápida al neutralizar, con sus potentes flavonoides antioxidantes, los radicales libres del oxígeno que se incrementan notablemente en el organismo tras ingerir comida rica en grasas y azúcares.
Quienes consumieron agua y refresco junto a la comida hipergrasa y con azúcares, presentaron mayores niveles de radicales libres del oxígeno que quienes acompañaron dicha comida con zumo de naranja.
El efecto del zumo de naranja se debe a la naringenina y la hesperidina, que tienen fuerte acción antioxidante e impiden el notable incremento tras una comida rápida, de las especies reactivas del oxígeno así como de otros agentes inflamatorios que acaban enfermando al organismo.
Si bien la comida rápida debería limitarse para evitar los daños de esta sobre el organismo, cuando nos demos el gusto de comer alimentos que sabemos son ricos en grasas y azúcares, mejor atenuar sus daños acompañando los mismos con el salvador zumo de naranja.
Recuerda que, si en la dieta habitual predominan alimentos saludables con compuestos antioxidantes y esporádicamente incluimos comida rica en grasa y azúcar, nuestro organismo no sufrirá las consecuencias de esta última.
Vía | ScienceDaily
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Imagen | Nazreth