La respiración es muy importante a la hora de hacer deporte, ya que es a través del oxígeno de donde conseguimos la energía inmediata que el cuerpo necesita, pues mediante éste se produce la combustión de las grasas en el organismo con el fin de producir energía. Es cierto que la respirar es un acto reflejo e involuntario, pero en el deporte debe ser más controlado, pues los requerimientos son diferentes. Para ello es necesario que sepamos si nuestra respiración es o no correcta.
Si nos preguntan como debemos respirar, todos contestamos de manera correcta, ya que la gran mayoría de nosotros sabemos la técnica y la mecánica, pero a la hora de practicar deporte a muchos se nos olvida seguir de manera adecuada el proceso respiratorio correcto. A pesar de ser un acto reflejo, existe una cierta técnica para hacer qué sea mucho mejor. Es necesario antes de nada que sepamos si nuestra respiración es correcta para así mejorarla si así fuera necesario.
Tipos de respiración
En primer lugar vamos a hacer hincapié en los tipos de respiración que hay. Vamos a destacar la respiración abdominal, que es la que se realiza desde la parte más baja de los pulmones y que permite una mayor recepción de aire por parte del organismo. Es la mejor respiración, y es la que la mayoría de nosotros tendemos a perder con el paso del tiempo y los malos hábitos, evitando que la recepción de aire sea más reducida.
La torácica es otro tipo de respiración. Esta manera de conseguir aire se realiza más arriba que la abdominal, por lo que la recepción de oxígeno no es tan elevada. Este tipo de respiración es la que realizamos la gran mayoría de nosotros, disminuyendo así el rendimiento por falta de oxígeno. En último lugar tenemos la respiración clavicular, que es la más superficial y en la que la recepción de oxígeno es mucho más pequeña.
Saber qué tipo de respiración tenemos
Ahora seguro que nos preguntamos cómo podemos saber qué tipo de respiración tenemos. Para comprobarlo bastará con una simple prueba que nos haremos a nosotros mismos. Para ello simplemente necesitaremos un libro. Nos colocaremos sobre el suelo tumbados boca arriba y con el libro sobre la pared abdominal. La mano derecha la colocaremos sobre el pecho. En esta postura y de manera consciente y controlada expulsaremos todo el aire para realizar una inspiración profunda y volver a expulsar el aire de manera rápida.
Una vez realizada esta prueba lo que debemos comprobar durante su desarrollo es si se mueve el libro o nuestra mano al inspirar el aire, y es que dependiendo de cuál de las dos partes se mueva tendremos uno u otro tipo de respiración. Si es el libro el que se mueve, la respiración será abdominal y por lo tanto óptima, y si es la mano, será torácica y debemos hacer que sea abdominal, lo mismo que si no se mueve ninguna de las dos partes, ya que será clavicular.
Mejorar la técnica de respiración
Para mejorar la técnica de respiración lo que haremos serán ejercicios para volver a conseguir el ritmo de respiración adecuado. Para ello nos concentraremos en respirar desde la base de los pulmones, haciendo que la respiración se concentre en la parte abdominal. Para ello tomaremos el aire de manera lenta y profunda, notando como el aire entra en los pulmones y los llena. La expulsión la realizaremos de manera lenta, para volver a comenzar. De este modo poco a poco mejoraremos la manera de respirar, siempre y cuando seamos conscientes de hacerlo bien y de manera adecuada.
Imagen | lululemon athletica
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