La carrera es una de las actividades aeróbicas preferidas de todos los que queremos mantener una perfecta salud. Es cierto que la gran mayoría de nosotros practica esta actividad en el gimnasio, es decir, en cinta. Por ello es este post queremos animar a que salgamos a la calle a correr, y para ello vamos a destacar los beneficios de correr por lugares en plena naturaleza.
Es cierto que no siempre tenemos a nuestro alcance un bosque o un entorno rural para salir a correr. Por ello cuando lo tengamos debemos aprovecharlo, ya que correr en cinta está muy bien al controlar a la perfección cada una de las variables que se nos presentan, pero el aire libre tiene una serie de ventajas que no vamos a pasar por alto en esta ocasión.
Relajación absoluta al correr en parajes naturales
En primer lugar el contacto directo con la naturaleza es una de las mejores válvulas de escape a la hora de aliviar tensiones y dejar a un lado el estrés. Por ello salir a correr al aire libre será una de las mejores terapias para relajarnos. Sobre todo si el lugar elegido rebosa de calma y paisajes que podemos admirar y disfrutar mientras estamos corriendo. Esto es al fin y al cabo un buen incentivo para las personas a las que les cuesta más correr en cinta o para aquellos que comienzan a correr y que todavía no tienen un hábito.
La calidad del aire
La calidad del aire siempre es mucho mejor, con lo que la recepción de oxígenos por parte del organismo será mayor, ya que las concentraciones en lugares repletos de vegetación son más altas. Esto hará que nuestro rendimiento sea mucho mejor, evitando la sensación de fatiga y de agobio que muchas veces experimentamos en lugares cerrados y que no nos deja evolucionar de la manera adecuada.
Variedad de terrenos
No hay que olvidar que el terreno en campo abierto siempre suele ser mucho más beneficioso para los corredores, ya que podemos encontrar senderos de tierra en los que el impacto con el suelo es muy débil o grandes explanadas de hierba donde el impacto es aún más suave. Todo esto nos ayudará a evitar lesiones y minimizar así la repercusión que la carrera suele tener en las articulaciones.
Hay que tener en cuenta que existen rutas y senderos plagados de obstáculos como piedras, vegetación incómoda… En este caso la ruta no es recomendable para principiantes y mucho menos para personas con las articulaciones débiles. Para evitar esto y disfrutar al máximo de la carrera al aire libre en la naturaleza, lo ideal es planificar la ruta previamente o acudir a correr a lugares en los que las rutas ya están diseñadas.
Otra alternativa, un parque
En el caso de no tener cerca un bosque, lo que podemos hacer es decantarnos por un parque. En casi todas las ciudades existen parques habilitados con circuitos de carrera. Es importante que tengamos en cuenta el piso en estos casos, ya que lo mejor es la tierra, como ya hemos visto, o el ratán. En ningún caso debemos lanzarnos a correr por asfalto o cemento, ya que es el medio más lesivo para las articulaciones.
No hay que olvidar que correr al aire libre nos ofrece infinidad de variables y rutas adaptadas a todos los entrenamientos, ya que podemos realizar desde una carrera en terreno llano, a una en cuesta o lanzarnos a correr por rutas desconocidas para los amantes del riesgo y de las emociones fuertes. Esta sorpresa es lo que dota a la carrera al aire libre en algo excitante y atractivo para muchos.
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