A la hora de entrenar para practicar adecuadamente la carrera no simplemente nos sirve con conseguir una gran resistencia, sino que adquirir una buena velocidad es fundamental para mejorar nuestras marcas. Para ello podemos llevar a cabo sencillos ejercicios que nos ayudarán a aumentar la velocidad en una carrera.
Cuando desarrollamos una gran velocidad nuestros músculos desarrollan un efecto similar a una explosión. En un corto periodo de tiempo liberamos grandes cantidades de energía, ya que la respuesta debe ser instantánea y rápida. Cuanto antes reaccionemos mejores serán las marcas, por lo que debemos estar bien entrenados y saber controlar el impulso de salida al máximo para poder superarnos día a día. Para ello bastará con trabajar mediante sencillos ejercicios.
Uno de los más básicos es el trabajo de las salidas. Saber controlar la respuesta justo en el momento de la salida es primordial, ya que la mayoría de los segundos se pierden en este momento. Para ello debemos entrenar con salidas ficticias en las que poco a poco iremos adquiriendo soltura. En todas ellas la postura es fundamental, pues debemos colocarnos de modo que no nos cueste trabajo salir e impulsarnos al instante. Este trabajo llevará grandes dosis de concentración y energía instantánea para propulsarnos al momento.
La zancada es importante para mejorar los tiempos, sobre todo si de velocidad se trata, por eso es importante que la trabajemos y que intentemos aumentar las zancadas. Para ello intentaremos reducir el tiempo de la carrera aumentando la cantidad de zancadas que somos capaces de dar. Por lo que en los entrenamientos habituales vamos a destinar unos minutos cada cierto tiempo para aumentar la cantidad de zancadas que damos habitualmente en 20 o 30 más para aclimatarnos a este ritmo de trabajo.
Entrenar con un compañero y jugar con él al ‘pilla pilla’ es una buena manera de trabajar la velocidad, ya que realizando sesiones de 5 minutos a alta intensidad conseguiremos aumentar la velocidad a la hora de practicar carrera. Junto a esto tenemos el entrenamiento en 100 metros lisos, ya que realizaremos sesiones de entrenamiento con carreras a la máxima intensidad que podamos aumentándola en cada repetición. Es importante que entre carrera y carrera descansemos un poco para recuperar y así poder rendir más en la siguiente.
Entrenar en cuesta es una buena manera de vencer la resistencia que nos ofrece la inclinación y mejorar así no solo la velocidad de la carrera, sino también la capacidad de respuesta. Además, es una de las mejores formas que existe de trabajar los músculos de la pierna. Si a este entrenamiento le sumamos la alternancia de una carrera en la que durante unos minutos corramos despacio y durante otros a la máxima potencia, obtendremos los mejores resultados posibles y lograremos mejorar nuestras marcas.
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