En medio de una rutina de entrenamiento o mientras se participa de una competición, pueden surgir determinadas situaciones molestas para todos los corredores y que sólo ellos comprenden su significado. A continuación te mostramos cinco circunstancias que suelen generar malestar en corredores aficionados o profesionales.
Si eres un corredor sabrás de qué hablamos y comprenderás el por qué de su mención cuando leas las siguientes cinco situaciones que hemos seleccionado:
Tener que ir al baño mientras corremos: si hay un momento inoportuno para desear ir al baño es mientras estamos corriendo, la sensación de tener la vejiga llena y la incomodidad que genera durante el esfuerzo puede entorpecer verdaderamente el rendimiento y sólo los corredores pueden dar cuenta de la molestia que ello produce.
Tener que deshacernos de las zapatillas preferidas: después de un tiempo de uso las zapatillas merecen un cambio y pueden ser causa de lesiones si continuamos usándolas, por ello, no queda alternativa más que reemplazarlas por otras. Sin embargo, solemos tomarle mucho cariño al calzado con que corremos por determinado tiempo y tener que deshacernos de éste puede ser una situación muy molesta e incómoda, sobre todo, porque con frecuencia nos resulta complejo obtener otro par igual de cómodo y adecuado para nuestros pies.
Que se desaten los cordones mientras corremos: por haber enlazado rápidamente los cordones podemos experimentar la molestia de que las zapatillas se desaten mientras corremos, momento en el cual no hay más alternativa que frenar para sujetarlos correctamente, algo que todos debemos hacer antes de comenzar la carrera para no tener que pasar por esta situación inapropiada después.
Sentir dolor durante el esfuerzo: todo corredor sabe que sentir molestias o dolor en alguna zona de sus piernas u otra parte del cuerpo es el indicador de que algo no va bien, por ello, su presencia repentina mientras corremos genera molestia y preocupación como en ningún otra persona, sobre todo, porque significa que es momento de frenar y atender la molestia cuando verdaderamente no queremos ponerle freno a nuestra rutina.
Notar un pliegue en el calcetín: si hemos comenzado a correr y después de unas cuantas zancadas percibimos que nuestro calcetín está plegado o arrugado, experimentaremos una gran incomodidad en nuestro pie con la consecuente molestia de tener que frenar a acomodar el mismo. Por eso, no olvides acomodar bien los mismos y asegurarte que no queden pliegues en los calcetines.
Si eres corredor y has pasado por alguna de estas situaciones sin duda sabrás las molestias que originan y lo inapropiado de estas circunstancias, pues como buenos corredores, aficionados o profesionales, buscamos la excelencia durante el esfuerzo y la continuidad una vez comenzado el esfuerzo.
¿Has pasado por alguna de estas molestas situaciones?
En Vitónica | Cosas que un corredor no debería hacer
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