La técnica perfecta a la hora de practicar carrera es un tema que hemos tratado en infinidad de ocasiones en Vitónica. Por ello en esta ocasión nos vamos a centrar en la pisada, ya que existen muchas dudas de cómo debemos correr o donde reposar todo el peso para conseguir mejores resultados.
Es cierto que la técnica es fundamental a la hora de salir a correr, ya que además de otros factores como el suelo, la forma física, el equipamiento… existe la correcta pisada, ya que de ella dependerá el reparto del peso del cuerpo y la incidencia del mismo en una u otra parte del cuerpo. Saber realizar una buena pisada es fundamental a la hora de evitar sobrecargas que pueden derivar en lesiones.
Teoría de la pisada
Es cierto que la acción de pisar tiene un recorrido pero debemos saber dónde afianzar el peso y concentrarnos en conseguirlo. Durante mucho tiempo se ha destacado lo importante que era descansar la carga sobre el talón, ya que era la parte que unía directamente con el hueso. Nada más lejos de la realidad, ya que es una parte que no soporta la carga, y por lo tanto la tensión de la carrera se desviará a otras partes como las lumbares o las rodillas.
Es esencial que a la hora de correr carguemos toda la tensión en la parte central del pie, lo que conocemos como puente es la parte que mejor soportará la carga, ya que la distribuirá a lo largo de todo el pie, y si a esto sumamos parte del impacto absorbida por el calzado conseguiremos realizar una carrera sin sobrecargas y conseguiremos aguantar mucho más, ya que el exceso de tensión también puede acabar por minar nuestra resistencia y rendimiento.
Movimiento de las piernas
La colocación de las piernas también tiene mucha importancia a lo largo de la carrera, ya que hay quienes cruzan una en frente de la otra o que las mantienen demasiado rígidas. Lo mejor es mantenerlas lo más paralelas posible, de modo que la punta del pie mire hacia delante y nos permita apoyar con fuerza la parte central del pie en el suelo para impulsarnos y aprovechar al máximo la energía que vamos a desarrollar.
Nunca debemos mantener las piernas rígidas con un movimiento robótico, sino que lo ideal es dejar que la pierna realice de manera natural el movimiento de cadera y rodilla a la vez que lleva a cabo el de tobillo. De este modo conseguiremos repartir la tensión a lo largo de la pierna y evitar así sobrecargas localizadas, que por norma general suelen concentrarse en los gemelos o la parte lumbar. Es importante que nos mentalicemos de esto para conseguir unos mejores resultados con la carrera y una mejor experiencia como runner.
Imagen |ThinkStock Video | Youtube/Joan Carles
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