El verano está a la vuelta de la esquina y cada vez somos más los que nos ponemos manos a la obra para conseguir llegar a esa época del año sin los kilos que nos sobran y que nos afean nuestra imagen corporal. Pero a nuestra contra tenemos el tiempo, ya que debemos buscar una actividad que nos garantice perder peso de manera relativamente rápida. Lo ideal es realizar ejercicio aeróbico, pero con unas características propias.
En este post lo que vamos a recomendar es la realización de dos tipos de actividades aeróbicas encaminadas a quemar la mayor cantidad de grasa del organismo en el menos tiempo posible. Se trata de realizar caminata de manera rápida o carrera de manera más lenta. Es lo que se conoce en el entorno deportivo como actividad quema grasa, y es que tiene una serie de cualidades que no debemos pasar por alto y que nos serán de gran ayuda a la hora de conseguir quitarnos de encima esos kilos de más.
Es cierto que a la hora de perder peso siempre nos ayudamos de una dieta sana y equilibrada, pero el ejercicio debe ser parte principal de este proceso de adelgazamiento. Para ello siempre se ha destacado la carrera como una de las mejores actividades para mantener la línea. Pero nosotros vamos a ahondar más y matizar para que consigamos nuestras metas en un tiempo record de cara a lucir un cuerpo envidiable en verano.
Caminata rápida
En primer lugar nos vamos a detener en la caminata. La caminata es una modalidad de ejercicio aeróbico. A la hora de perder peso puede ser un buen aliado, ya que si la realizamos de manera rápida conseguiremos quemar más cantidad de calorías. La clave de esto está en que ponemos a trabajar todo el tren inferior de nuestro cuerpo y parte del superior. Las piernas están formadas por músculos grandes que requieren una gran cantidad de sangre para funcionar, y de ahí que nuestra circulación se acelere al máximo, acelerando así el metabolismo.
La quema de grasas en esta actividad será elevada, debido en gran parte a este aceleramiento del metabolismo y a que al tratarse de un ejercicio de una intensidad moderada, podemos prolongarlo en el tiempo durante más rato, lo que nos ayudará a quemar las reservas de glucosa del cuerpo, y con ello echar mano de las reservas de grasa que utilizaremos para conseguir la energía necesaria para realizar el ejercicio.
Carrera lenta
Como segunda alternativa destacaremos la carrera lenta. Esta manera de realizar esta actividad tiene muchas similitudes con la caminata rápida, y es que la finalidad es quemar el mayor número posible de calorías y acabar así con parte de las reservas de grasa del organismo. Lo mismo que sucede con la caminata rápida, la carrera lenta es un ejercicio que nos permite realizar esta actividad durante mucho tiempo consecutivo, ya que es de intensidad moderada.
Al mantener durante un tiempo la actividad, lo que conseguiremos será quemar más cantidad de grasas, ya que la demanda de energía por parte del cuerpo será constante, y al tratarse de una actividad moderada, no es necesario que el aporte energético sea rápido, sino que el organismo puede seguir el proceso de obtención de energía a través de la grasa que hay en el cuerpo.
A pesar de todo nosotros recomendamos ambas actividades que realizaremos durante cuarenta y cinco minutos como mínimo. Es necesario que por lo menos dediquemos tres jornadas a la semana y que alternemos ambas para conseguir llegar al verano con un cuerpo en perfecto estado.
Imagen | Orlando Rob