Los tobillos son una parte del cuerpo muy apreciada en los corredores, soportan todo el peso del cuerpo y esto hay que tenerlo en cuenta y trabajar la fuerza y la flexibilidad de esta articulación. Correr descalzo ayuda a blindar tus tobillos, ya que están menos limitados que dentro de la zapatilla y tanto músculos como tendones mejorarán su flexibilidad y fuerza.
Es recomendable comenzar a correr descalzo poco a poco, para evitar lesiones por sobrecarga al principio. Unos 10 minutos cada dos días y podemos ir subiendo 5 minutos cada semana. Si vives en zona de playa lo tienes fácil, puede ir a trotar por la arena, en sitios de interior o tienes un parque donde correr por el césped o puedes intentarlo en la máquina del gimnasio si te dejan usarla sin zapatillas. Antes de correr descalzo asegúrate de calentar bien esta articulación.
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Imágen | mikebaird