Aunque sea invierno la hidratación también es importante en los entrenamientos de carrera. Es evidente que con menos calor las necesidades hídricas bajan, pero no debemos descuidar la hidratación en el entrenamiento para la San Silvestre. Aunque con matices y dependiendo del entrenamiento, todos los días deberíamos de tener un plan de hidratación y también el día de la carrera.
La hidratación en los entrenamientos de carrera
Como normal general debemos de estar completamente hidratados antes de los entrenamientos. Esto lo podemos conseguir, además de bebiendo agua y/o zumos en las comidas, asegurándonos de beber medio litro de agua durante la hora antes de entrenar. No consiste en bebernos medio litro de golpe, sino distribuir ese medio litro en 3-5 pequeñas tomas o sorbos durante la hora antes de salir a entrenar. Aunque en ese momento no tengamos sed, después el cuerpo lo agradecerá.
Durante los entrenamientos la hidratación es algo también muy personal, ya que hay corredores que prefieren no beber nada durante los entrenamientos. Todo depende de la duración, porque para un entrenamiento light igual no afecta al rendimiento, pero en entrenos largos y duros es conveniente hidratarse con frecuencia.
Por ejemplo en los entrenamientos de rodajes largos puede ser muy correcto parar un par de veces para aunque sea enjugarnos la boca y beber un par de sorbos, esto ayudará al cuerpo con la termorregulación y la pérdida de agua y electrolitos. En los días de series lo tenemos más fácil, ya que en los descansos podemos acercarnos a la fuente o tirar de botella, siempre sin pasarnos y como decimos, con pequeños sorbos que no afecten al sistema digestivo.
Si crees que en invierno la hidratación no es necesaria mira cómo de mojada acaba tu ropa al acabar de entrenar. Al salir a correr más abrigados llega un momento en que el cuerpo optimiza la termorregulación y comenzamos a sudar, y si hay ropa de por medio más aumentará la sudoración. Por eso al acabar los entrenamientos también debemos ingerir de 0,5 a 1 litro de agua o bebida isotónica, que nos ayudará a recuperar antes y mejor.
La hidratación el día de la San Silvestre
Lo normal es que en la propia carrera de la San Silvestre no haya avituallamientos para la hidratación, al ser una carrera en frío y no haber peligro de deshidrataciones simplemente se prescinde de la hidratación, lo cual tampoco influye mucho el nivel de rendimiento en carrera (salvo climas especiales con mucho calor en estos meses).
Lo que si es importante es la hidratación pre y post competición. Al igual que hemos dicho en los entrenamientos, la hidratación antes de la carrera debemos asegurarnos de que sea completa. Para la carrera vamos a seguir una estrategia similar pero aumentando a un litro las dos horas antes de la carrera. Aunque parezca mucha cantidad es lo óptimo y después lo perderemos en la prueba.
Como decimos, es raro que durante la carrera haya hidratación, pero si la hubiera nunca estorba coger una botella y pegar un par de sorbos para aclarar la boca y quitar la sensación de sed. Eso sí, si no estamos acostumbrados a beber agua mientras corremos incluso esta medida puede ser peor que no beber nada. Por tanto, nunca ensayar el día de la prueba, estas cosas se practican en los entrenamientos.
Después de la carrera de buen seguro que el cuerpo nos pide líquido, el esfuerzo habrá sido grande y por mucho frío que haga ese 31 de diciembre nuestra máquina de termorregulación junto con el metabolismo acelerado no perdonan. Va a depender del esfuerzo realizado, pero lo normal es ingerir de 1 a 2 litros de líquidos tras la prueba.
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