Entrenar es la base de todo progreso: junto con alimentarnos de forma adecuada y descansar las horas necesarias, forman el triángulo de oro que nos llevará a conseguir nuestros objetivos.
Pero no todo es entrenar, sobre todo en el tema del running: además de correr hay otras cosas que podemos hacer y que nos ayudarán, y mucho, a mejorar nuestros tiempos y a correr de forma segura. ¿Quieres saber cuáles son?
Hazte una prueba de esfuerzo
Además de asegurarte de que no existen complicaciones cardíacas a la hora de hacer deporte, la prueba de esfuerzo te otorga otra clase de datos. Lo más interesante y que nos ayudará a la hora de entrenar es saber dónde se encuentran exactamente nuestras zonas de esfuerzo.
La ecuación que solemos utilizar para obtener estas zonas (FCM x 60%, 70%, 85% y 90%) es aproximada, pero una prueba de esfuerzo nos da las zonas exactas, y también las pulsaciones entre las que se encuentran dichas zonas. De esta manera podemos asegurarnos de que nos mantenemos en las zonas correctas durante nuestros distintos tipos de entrenamientos (carrera continua, series, sprints).
Realiza un estudio biomecánico de pisada
Algo casi imprescindible si queremos correr de forma segura es saber cómo es nuestra pisada y cómo podemos mejorarla, tanto trabajando la técnica como con ayudas externas, como plantillas personalizadas o zapatillas específicas.
Orientar nuestras rodillas hacia delante en lugar de hacia los lados, aterrizar con la zona media del pie en lugar de con el talón, apoyar el peso del cuerpo por la zona central del pie... Dependiendo de cómo sea nuestra pisada necesitaremos unas u otras indicaciones, pero es el podólogo, tras un estudio biomecánico, la persona idónea para dárnoslas.
Si tenemos que corregir algún aspecto específico de nuestra pisada (si somos ultra-pronadores, por ejemplo) la mejor opción es la de las plantillas personalizadas: están hechas a la medida de nuestro pie y de nuestras necesidades, y podremos utilizarlas con cualquier zapatilla. Una vez tenemos nuestras plantillas, una zapatilla neutra nos servirá para correr de forma más eficiente y segura.
Visita regularmente al fisioterapeuta
Aunque no estés lesionado (si estás lesionado, obviamente, también). Cuando salimos a correr de manera regular, sometemos al cuerpo a una gran cantidad de estrés, sobre todo a nuestro tren inferior, que es el que lleva la mayor carga de trabajo: los masajes de descarga nos facilitarán la recuperación post-entreno.
Además, correr con una postura inadecuada puede provocarnos dolores lumbares (los más generalizados, junto con el dolor en los trapecios) o en otras zonas de la espalda: el fisioterapeuta puede ayudarnos a recuperarnos y darnos las pautas necesarias para que no vuelvan a aparecer.
Utiliza un pulsómetro para controlar tus ritmos de carrera
Dependiendo de la prueba que vayas a preparar, así será el entrenamiento que tengas que hacer, porque no es lo mismo preparar un maratón que una carrera de 10 kilómetros. Es importante que controlemos nuestros ritmos de carrera para poder ver una majoría en los mismos: ¿a qué ritmo haces las series? ¿y las tiradas largas? Para controlar estos factores, un buen pulsómetro o una aplicación para el móvil son la mejor opción.
Todas estas cosas nos ayudan a realizar mejores entrenamientos. No son imprescindibles, pero sí muy recomendables, tanto para los que están empezando a correr ahora como para aquellos que llevan ya tiempo haciéndolo.
Y tú, ¿solo entrenas?
Imágenes | iStock
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