Una de las articulaciones que más sufre durante la carrera son las rodillas: ya sea debido a una mala pisada, a un calzado incorrecto, a una mala técnica de carrera o a una falta de estabilidad en esta o en otras articulaciones adyacentes, las rodillas pueden presentar dolor, sobre todo en las tiradas largas de los corredores.
El dolor es siempre un aviso de que algo en nuestro cuerpo no funciona como es debido, por eso lo más importante cuando se presenta es que acudamos a nuestro médico especialista, en este caso un fisioterapeuta. Es probable que el dolor en la rodilla durante la carrera responda a una patología conocida como tendinopatía rotualiana. Te explicamos qué es, por qué aparece y qué ejercicios puedes hacer en casa para mejorarla.
El tendón rotuliano es un haz fibroso que se inserta en la rótula y en la tibia, uniendo estos dos huesos. Participa en el movimiento de extensión de la rodilla y es fundamental para el buen funcionamiento de esta articulación.
Cuando este tendón se inflama, generalmente debido a microtraumatismo repetidos en el tiempo como los que podemos sufrir al correr distancias largas sobre un terreno duro como el asfalto, podemos notar dolor en la cara exterior de la rodilla, en su cara posterior e incluso en el cuádriceps. La sensación que acompaña es la de pérdida de estabilidad en la rodilla, como si esta perdiera su soporte, y la de tener la rodilla rígida.
La tendinitis rotuliana debe ser diagnosticada por un profesional médico y, aunque en un principio es una patología que no reviste gravedad, puede llegar a provocar mayores problemas si no se trata a tiempo.
¿Qué ejercicios me ayudan con la tendinopatía rotuliana?
Una vez realizado el diagnóstico, el tratamiento más habitual de la tendinitis rotuliana (aunque depende siempre de cada paciente) es la aplicación de hielo en la zona para bajar la inflamación, los masajes aplicados por un fisioterapeuta y el refuerzo de los músculos adyacentes a la rodilla a través de ejercicios en excéntrico y en isométrico.
Ejercicios sencillos que podemos realizar para fortalecer la musculatura son: las sentadilla isométrica con la espalda apoyada sobre una pared y aguantando unos segundos en la posición de rodillas a 90 grados, o bien apoyando la espalda sobre un fitball. También las sentadillas realizadas con el tirante musculador pueden ayudarnos a mejorar la musculatura del cuádriceps.
Los estiramientos también son importantes a la hora de mejorar el estado de nuestro tendón rotuliano: el más sencillo que podemos llevar a cabo es el que hacemos colocándonos en bipedestación y apoyando una mano en una pared para no perder el equilibrio, y llevando el pie de la pierna afectada hacia el glúteo. Siempre realizándolo de forma suave hasta notar una pequeña tensión pero nunca dolor.
Imagen | Saucony
En Vitónica | Ejercicio isométrico y reducción del dolor en tendinopatía de rodilla (estudio)
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