Y no hablo de competir a nivel élite o hacer algún Ironman, sino de practicar las tres disciplinas que componen este deporte. Tanto nadar como pedalear y correr son deportes eminentemente aeróbicos y esto tiene muchos beneficios para el organismo, más teniendo en cuenta que entre todos utilizan todos los grandes músculos del cuerpo.
Para iniciarse al triatlón no es necesario practicar los tres deportes todos los días, sino alternarlos en el transcurso de la semana y metiendo días de descanso entre ellos. Un ejemplo de semana de entrenamiento para iniciarse podría ser:
Lunes: correra a ritmo suave durante 30-40 minutos y completar con estiramientos y ejercicios de fuerza.
Martes: descanso
Miércoles: nadar 5 series de 100 metros con descansos de 2 minutos. Aprovechar la piscina y hacer unos largos a espalda para tonificar la zona.
Jueves: descanso
Viernes: salida en bici de carretera o montaña con rutas de 1 hora. No olvidar los estiramientos del tren inferior al acabar.
Sábado: descanso
Domingo: ejercicios de abdominales
Este es un ejemplo sencillo para iniciarse al triatlón y probar esta disciplina, evidentemente si tu nivel es superior deberás de adaptar las intensidades en cada entrenamiento.
El triatlón es un deporte que engancha porque al trabajar la totalidad del cuerpo pronto se ven los avances y beneficios. Además el intercalar el nado con la bici y la carrera los entrenamientos no se hacen monótonos y siempre hay un componente de motivación.
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Imágen | Getty Images (Koji Aoki/Aflo)