Reduce el dolor de espalda en tus aventuras en bicicleta


Montar una bicicleta y pedalear por un largo tiempo no sólo es una excelente forma de ejercitarse sino también, una buena manera de relajarse. Sin embargo, la mayor parte de los ciclistas y de las personas que se recrean pedaleando sufren dolor en su espalda baja, como consecuencia de la posición adoptada por la columna vertebral y por todo el cuerpo sobre el sillín. Por eso, a continuación te mostramos como reducir el dolor de espalda en tus aventuras en bicicleta para que puedas disfrutar al máximo tus pedaleadas.

Los ciclistas no sólo sufren de dolores en al zona lumbar, sino también en la columna cervical, debido generalmente a causas musculares y ligamentosas que pueden prevenirse cuidando un poco más la postura sobre la bicicleta, pues al subirnos a ella la posición de las vertebras  se modifica grandemente respecto a nuestra posición habitual en bipedestación.

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Causas del dolor de espalda cuando andamos en bicicleta

Al subirnos a la bicicleta la columna lumbar pierde gran parte de su curvatura normal o de su lordosis natural, mientras que la zona cervical se mantiene en una extensión forzada por que al inclinarnos sobre el manillar debemos tirar el cuello hacia atrás si queremos mirar siempre al frente. Esta hiperextensión trabaja más los músculos de la parte posterior de la columna cervical y a ello obedecen los dolores en esta zona.

Cuando no se cambia de posición durante la carrera, la tensión de los ligamentos posteriores o la contractura de los músculos paravertebrales lumbares puede dar origen al dolor lumbar así como también las dimensiones del cuadro y la altura del sillín, ya que se puede inducir una postura notablemente encogida si el cuadro es pequeño o demasiado estirada si sucede a la inversa.

Cómo prevenir el dolor de espalda en bicicleta

Para prevenir el dolor de espalda en las aventuras en bicicleta lo mejor es ajustar las dimensiones de la bicicleta a nuestro cuerpo, es decir, la altura del sillín debe ser correcta y no permitir una flexión excesiva de la cadera. Asimismo la altura del manillar debe ser acorde a la del sillín y entre estos la distancia también es importante, como lo hemos dicho anteriormente, para no curvar demasiado la espalda y para no producir tampoco el efecto contrario en exceso.

Además, el cambio de postura frecuente durante nuestras pedaleadas también es importante, sobre todo si recorremos largas distancias, para no sobrecargar músculos y ligamentos a causa de la permanencia en una misma posición.

Por otro lado, dado que los músculos del abdomen permanecen relajados mientras pedaleamos y que un desequilibrio entre éstos y los músculos de la espalda puede dar origen a dolores en ésta última, no debemos olvidar trabajar los abdominales. y relajar la musculatura paravertebral siempre como parte fundamental del entrenamiento en bicicleta.

Recuerda que la musculatura flexora de la cadera está fuertemente solicitada en este ejercicio y su falta de relajación también puede agravar los dolores de espalda.

Ya sabes, si quieres aprovechar al máximo tus pedaleadas y disfrutar del entrenamiento sin forzar ni dañar tu columna, sigue estos consejos y a diario revisa tus hábitos posturales para cuidar aun más la espalda.

Imagen | Bencrowe y Richardmasoner

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