Es un error muy común el pensar que cualquier tipo de actividad física es beneficiosa para la salud o que cuanto más ejercicio se haga mejor. Cuando se trata de actividad física saludable hay que establecer el tipo de actividades, el tiempo recomendable y la frecuencia.
Según expertos, caminar y nadar de forma tranquila o hacer jardinería no pueden considerarse como actividades que generen muchos resultado saludables (indudablemente es mejor que no hacer nada), ya que lo ideal en este tipo de actividades es que se genere un cierto estrés al organismo que conlleve taquicardia y sudoración, en definitiva: esfuerzo.
Para tener una mayor prevención frente a enfermedades como la obesidad, diabetes tipo 2 o trastornos cardiovasculares es aconsejable realizar actividades vigorosas como correr (o caminar pero a un ritmo rápido), trotar, montar en bici y ejercicios similares durante al menos 30 minutos al día y mínimo tres veces por semana.
Lo importante, apuntan, es que el ejercicio se sienta como un esfuerzo no cotidiano que comprometa al organismo a esforzarse más de lo acostumbrado. Y como prevención en personas de entre 45-55 años, acudir al médico para ver si se pueden realizar estos esfuerzos y qué tipo de actividad es mejor.
Vía | En Línea Directo