La coenzima Q10 es una sustancia semejante a las vitaminas, soluble en grasas que se encuentra presente en todas las células del cuerpo.
También se la conoce como ubiquinona y su función principal es facilitar diversos procesos enzimáticos involucrados en la producción de energía.
Nuestro organismo puede sintetizar coenzima Q10 en forma endógena, pero también podemos complementar dicha producción mediante el aporte dietario, ya que se encuentra en alimentos como aceites de pescado, carnes, nueces y pescado.
Mantener los niveles normales de coenzima Q10 en el organismo es fundamental para evitar el cansancio y la fatiga crónica debido a falta de actividad mitocondrial que reduce la producción de ATP, el combustible energético por excelencia.
Por dichas razones, la ubiquinona es componente de múltiples suplementos deportivos que tienen por finalidad mantener el rendimiento de los atletas o aficionados del deporte. Sin embargo, no olvidemos que dichos suplementos son elaborados sintéticamente y que en ocasiones no generan los mismos resultados que sus fuentes naturales, pudiendo ocasionar efectos adversos como malestares gastrointestinales, según las particularidades de cada individuo.
La coenzima Q10 no es un compuesto esencial, es decir, debido a que nuestro cuerpo puede sintetizarla no es imprescindible su aporte dietético. Pero con una dieta equilibrada podemos aportar cantidades suficientes de esta sustancia para complementar su producción endógena.
Además de su rol en la producción energía, la coenzima Q10 es un excelente antioxidante que neutraliza los efectos nocivos de los radicales libres del oxígeno y por ello, se ha encontrado efectos positivos de la misma ante enfermedades cardiovasculares, por ejemplo.
También se han encontrado beneficios en personas con distrofia muscular o con escasa capacidad física para ejercitarse ya que, mejora la tolerancia a la actividad física e incrementa la capacidad fisiológica de utilización del oxígeno.
Concluyendo, esta coenzima propia de nuestro organismo puede contribuir grandemente a la práctica deportiva y al desempeño físico en estas ocasiones al facilitarnos la energía necesaria y la protección ante los radicales libres del oxígeno que se generan ante las actividades físicas intensas.
La suplementación de coenzima Q10 no suele ser necesaria, salvo casos excepcionales que por supuesto, deberás consultar con un profesional para prevenir efectos indeseados en el organismo.
Nuestro cuerpo es sabio y nos ofrece estas pequeñas ayudas para que podamos vivir y ejercitarnos con salud. Por eso, es importante conocer de ellas y más aún cuando los productos milagrosos o mágicos colman las publicidades y confunden nuestros conocimientos.
En Vitónica | Decálogo para identificar un buen suplemento deportivo