Herpes labial, un problema habitual y molesto

Seguro que alguna vez hemos tenido o conocemos a alguien que haya padecido un herpes labial, y es que se trata de un mal muy común y extendido entre la población, pero por ello no deja de ser menos molesto. Es importante que sepamos por qué se produce y algunos puntos a tener en cuenta para evitar que aparezca.

Él herpes labial está originado por un virus, concretamente el conocido como virus del herpes 1, que es la variedad más sencilla y menos peligrosa de este microorganismo. Las personas que padecen este tipo de enfermedad suelen sufrir sus efectos en forma de herida en la superficie labial, algo que es muy molesto y en ocasiones doloroso. Cuando la herida desaparece el virus sigue estando latente en nuestro cuerpo, y puede volver a aparecer en cualquier momento, por ello es importante que sepamos como evitarlo.

Existen diferentes formas de manifestación del herpes. Muchos de nosotros tenemos el virus que lo causa sin saberlo, ya que se mantiene latente, y al ser casi inofensivo muchas veces no se manifiesta y no sabemos que lo portamos. Otras veces se traduce en úlceras que aparecen en la parte de la boca, ya que normalmente se suele localizar en la cara. Aunque no debemos olvidar que la forma más habitual de manifestarse es a través de heridas en los labios.

Cuando aparece un herpes solemos notar una ligera molestia en la zona en la que va a hacer acto de presencia. En un principio se traduce en calor superficial que acabará desembocando en la aparición de úlceras que poblarán la parte afectada. Este es el comienzo, ya que las úlceras acabarán por volverse heridas y costras que en muchos casos llegan a sangrar. Dependiendo del grado de virulencia pueden presentarse heridas mayores o más pequeñas. En algunos casos el herpes puede traducirse en fiebre y malestar general.

Cuando aparece el herpes labial suele ser porque no nos encontramos en un momento físico demasiado bueno, ya que algunos de los motivos por los que el virus aflora son la falta de defensas en el organismo, situaciones de estrés, falta de nutrientes... Todo esto nos hace ser más vulnerables al ataque de este virus que permanece latente en nuestro cuerpo. Cuando puede actuar lo hace y es el momento en el que aparece el herpes.

Para prevenir la aparición de esta enfermedad es necesario que tengamos cuidado y mantengamos una alimentación correcta. Saber controlar las situaciones de estrés es esencial para lograr mantener el virus a ralla. Es aconsejable no tener contactos con personas que tengan en ese momento el virus en plena acción a través de las heridas que aparecen en la boca. Lo mismo sucede a la hora de practicar sexo oral, no es recomendable que se haga con personas que han padecido hace poco una infección de herpes.

Es cierto que la mayoría de las veces estamos infectados y no lo sabemos, por ello es necesario que tomemos precauciones al respecto. A pesar de que el virus del herpes no es demasiado agresivo cuando cobra fuerza nos hace pasar unos días de incomodidad, lo que hace que sea mejor prevenir antes de padecerlo.

Imagen | Mrinkk

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