El Ginkgo Biloba es un árbol muy antiguo y muy resistente a los factores climáticos adversos. Es una planta originaria de China, Corea y Japón, pero se adapta a los más variados terrenos y climas.
Sus hojas son propietarias de múltiples acciones terapéuticas y por ello, éstas fueron usadas en la antigüedad como moneda de intercambio entre comerciantes.
En su composición podemos hallar múltiples beneficios debido a la variedad de compuestos situados en la hoja del Ginkgo Biloba.
Entre otras sustancias, posee gran cantidad de flavonoides, biflavonas, terpenos, sustancias orgánicas con función ácida, glicósidos cianogenéticos, y demás.
Su amplia y variada composición le confieren al Ginkgo Biloba propiedades terapéuticas que giran en torno a la circulación sanguínea, la agregación plaquetaria y los procesos oxidativos.
En especial los flavonoides y los biflavonas, actúan como antioxidantes disminuyendo los efectos negativos de los radicales libres del oxígeno sobre el organismo.
Los terpenos inhiben el factor activador de plaquetas actuando así, como antiagregante plaquetario que reduce los procesos inflamatorios y previenen la erosión de las membranas vasculares.
Su influencia en la síntesis de glucocorticoides podría relacionarse con un efecto antiestresante y neuroprotector que permiten la utilización del extracto de Ginkgo Biloba en afecciones cerebrales como la enfermedad de Alzheimer, la demencia senil, u otras.
Asimismo, los extractos de Ginkgo Biloba han demostrado mejorar unas cuantas condiciones relacionadas con la insuficiencia cerebral como alteraciones de la visión, tiempos de reacción, depresión, memoria, como así también, favorece el rendimiento y reduce los mareos.
Fuera del sistema nervioso, la plata contribuye al tratamiento de síntomas del síndrome premenstrual, revierte algunas complicaciones asociadas a la diabetes, como es el caso de la impotencia sexual, previene el vértigo y otros desórdenes del equilibrio, y además, mejora notablemente el dolor, calambres y parestesias debido a su influencia vascular periférica.
Su utilización ha crecido mucho en el mundo de la estético, ya que se aplica en tratamientos de masoterapia para mejorar la circulación sanguínea y aliviar el estrés.
Sin embargo, hay quienes pueden ser alérgicos o tener mayor sensibilidad a la planta y por lo tanto se desaconseja su uso. Además, no se han evaluado sus efectos durante la lactancia o el embarazo, situaciones muy especiales en las que éste tipo de extractos no son recomendados.
Si bien no son frecuentes los efectos adversos de su consumo, pueden presentarse algunos síntomas poco característicos como náuseas, pérdida de apetito, vómitos, dolor de cabeza, o prurito.
También se debe tener cuidado si nuestra intención es utilizar el Ginkgo Biloba juntamente con un tratamiento farmacológico, ya que se han observado intolerancias cuando conjuntamente se administró la planta con aspirina u antiagregantes como la heparina o warfarina.
Como vemos, el Ginkgo Biloba tiene muchas bondades para ofrecer, pero como siempre decimos, no todos somos iguales y si ciertamente queremos disfrutar de los beneficios de ésta planta, pues debemos consultar con especialistas o médicos que supervisen y autoricen su administración.
El Ginkgo Biloba tiene muchos usos y propiedades terapéuticas y sus fuertes efectos sobre la salud son los que ocasionan, en algunos casos, intolerancias o incompatibilidades.