Todos conocemos en mayor o menor medida el efecto que las caries tienen en nuestros dientes. No es agradable sufrir dolores bucales derivados de una mala higiene. Normalmente las asociamos a la ingesta abusiva de dulces, tabaco, café… pero existen algunos motivos más insospechados que debemos conocer para evitar.
Muchas cosas que hacemos habitualmente pueden tener un gran efecto sobre la dentadura y la fortaleza de los dientes. Es necesario que lo tengamos en cuenta, ya que muchas veces no reparamos en ello al no tratarse de un dulce, pero otras muchas ingerir otro tipo de alimentos o tener unos hábitos de vida determinados pueden hacer más daño a la dentadura que el mayor de los dulces.
Un claro ejemplo es el abuso de los cítricos. Comer demasiadas naranjas, limones o clementinas puede ser una de las mejores maneras que tenemos de conseguir debilitar los dientes a causa de la pérdida de minerales. El ácido que contienen hará que los dientes pierdan fortaleza y sean más débiles frente a los ataques de las bacterias de la boca.
El ritmo de la vida cotidiana es uno de los principales enemigos de nuestros dientes. Normalmente la rutina nos obliga en muchos casos a comer fuera de casa. Incluso muchas veces desayunamos y almorzamos en cualquier en la calle, lo que nos lleva a no lavarnos los dientes y descuidar la higiene bucal aumentando más el riesgo de caries.
La falta de flúor es una de las principales causas de sufrir caries. Normalmente asociamos el aporte de flúor con el uso de pastas de dientes enriquecidas con esta sustancia, pero no solamente se obtiene de esta manera, sino que la dieta es una buena manera de conseguirlo. En este caso la dieta mediterránea no es la mejor consejera para evitar la formación de caries, ya que el aporte de flúor es muy bajo en los alimentos que componen este tipo de alimentación.
Una moda que afecta a los dientes de la misma manera que las bacterias es la utilización de un piercing en la lengua o en cualquier otra parte de la boca. La presencia de agentes externos en la boca hace que las encías y los dientes puedan resentirse, ya que el roce constante hace que se desgasten y sean más vulnerables a los ataques producidos por las bacterias. No debemos olvidar que también son un foco de bacterias.
Es importante que para mantener una buena dentadura no solamente tengamos una buena higiene, sino que la alimentación y adquirir hábitos sanos es fundamental para conseguir una dentadura envidiable y libre de infecciones y dolores.
Imagen | jdurham123
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