En la serie de artículos en Vitónica que trata de desmontar falsos mitos en niños asmáticos, hemos comentado ya los beneficios del ejercicio físico, que tipo de actividad es la más adecuada así como las consideraciones previas a llevar a cabo antes de practicar deporte.
En este artículo trataremos varios de los aspectos básicos a tener en cuenta cuando un niño sufre una crisis asmática o empieza a tener síntomas previos a padecerla. Todas las personas cercanas y responsables del niño sean deben de ser conscientes de estas consideraciones.
Llevar siempre la medicación de alivio prescrita por su médico, ante la eventualidad de que surja una crisis asmática. Esto se debe realizar siempre que el niño realice actividad física, incluso en los entrenamientos.
Deberemos tranquilizar al niño, intentando que se calme por medio de técnicas de respiración controlada y administrándole de forma inmediata el tratamiento de alivio que normalmente son broncodilatadores de acción rápida.
Evitar llegar hasta un nivel extenuante e interrumpir la actividad ante la aparición de los primeros síntomas, tales como la falta de aire, tos irritativa, pitos en el pecho, etcétera.
Lo más importante es que el niño y el entrenador sepan cuándo es necesario que se tome un descanso durante el entrenamiento o partido, para controlar las crisis a tiempo.
Si el menor sigue con síntomas 10 minutos después de tomar la medicación de rescate, se debe volver a administrar y acudir a un servicio de urgencias.
Si el niño se recupera tras unos minutos (de descanso, con o sin necesidad de medicación), puede seguir haciendo deporte.
Siguiendo todos estos consejos será mas amena la practica de deporte en niños que padecen asma y estaremos más seguros de su integridad.
Imagen | themohers
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