Ya hemos dicho muchas veces que la mejor forma de adelgazar es por medio de un cambio de hábitos y un estilo de vida saludable, sin embargo, aun seguimos siendo víctimas de muchas estrategias tentadoras que el mercado ofrece. Por eso, para que definitivamente podamos alejarnos de estas opciones, hoy te damos 10 razones para decirle NO a las dietas milagro.
Pueden propiciar carencias nutricionales, al prohibir determinados alimentos y eliminar fuentes de nutrientes importantes de la dieta.
Generan estrés en nuestro cuerpo al elevar los niveles de cortisol, sobre todo, si son altamente restrictivas e hipocalóricas y si se requiere el conteo de calorías, según lo ha señalado un estudio en 2010.
Pueden alterar el metabolismo al restringir considerablemente la ingesta de calorías y por ello, tienen alto riesgo de producir efecto rebote o la recuperación del peso perdido al finalizar la dieta.
No consideran nuestros objetivos, necesidades ni nuestros gustos y preferencias, por lo tanto, son dietas despersonalizadas, universales y no apropiadas a cada uno de nosotros.
Son dietas rígidas, poco flexibles, por ello, debes seguirlas a rajatabla y requieren de nuestra dedicación exclusiva para proveer resultados, lo cual muchas veces es causa del estrés que generan.
No son sostenibles en el tiempo, sino que son propuestas temporales, por un tiempo determinado, por ello también las altas probabilidades de sufrir efecto rebote que conllevan.
No suelen considerar ni incluir al ejercicio, sino que sólo se limitan a la dieta es decir a lo que comemos, sin importar cómo acompañamos la alimentación.
No son placenteras, sino que incluso suelen ponernos de mal humor a causa de las restricciones y la falta de energía y también, por otras razones que ya hemos explicado en Vitónica.
No consideran el factor social de la alimentación, es decir, no permiten socializar mediante el alimento y es muy complejo compartir un evento o una comida entre familiares y amigos a causa de las características y restricciones que imponen las dietas milagro
Por último y lo más importante, no nos enseñan a comer, no modifican hábitos ni fomentan una pérdida de peso saludable que mejore la calidad de vida del organismo.
Como veis, no faltan razones para decirles NO a las dietas milagro y seguramente si has sido víctima de alguna de ellas, podrás ofrecernos más fundamentos para alejarnos de este tipo de propuestas que en nada contribuyen a la salud del organismo, sino todo lo contrario.
En Vitónica | Dejar de lado las dietas milagro para adelgazar de forma sana Imagen | Ashley Rose
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