La fruta es un alimento muy bueno para nuestra salud, y todos los sabemos, pero existen muchas dudas entorno a su consumo, ya que se han creado una serie de mitos alrededor de este alimento. Por este motivo vamos a aclarar alguna que otra incógnita que nos preocupa sobre la fruta.
Entre todos los alimentos, la fruta es uno de los más apreciados debido a su alto contenido en vitaminas esenciales para el buen funcionamiento del organismo, así como su rico aporte de antioxidantes necesarios para mantener nuestras células jóvenes por más tiempo. A pesar de todas estas ventajas, la fruta se ha puesto muchas veces en tela de juicio, y es que aún siendo un alimento totalmente saludable muchas han sido las cuestionen que han surgido en torno a ella.
La principal duda versa sobre la cantidad de fruta que podemos comer al día. Los especialistas recomiendan entorno a cinco piezas, pero en el caso de los deportistas esta cantidad debe incrementarse, ya que el desgaste físico es mayor, y el cuerpo necesitará mayor cantidad de vitaminas para poder responder mejor frente al esfuerzo. Consumir fruta regularmente nos ayudará a aumentar la energía y la predisposición al deporte.
La fruta es un alimento que se puede comer en cualquier momento del día y en cualquier lugar. Su bajo aporte calórico la hace un alimento ligero y fácil de digerir, por lo que obtendremos sus beneficios en un periodo de tiempo muy corto. Esto convierte a la fruta en el perfecto suministrador de energía. Además, nos resultará igual de buena comiéndola por la mañana o por la tarde, y en cualquier lugar que nos apetezca, pues lo ideal a la hora de consumir fruta es hacerlo de forma repartida a los largo de todo el día para que el organismo aproveche mucho más los nutrientes.
Otro dilema que existe entorno a la fruta es si debemos comerla antes o después de las comidas. Mucha gente dice que comerla después de comer aumenta el poder calórico de la fruta, algo que no es del todo cierto, ya que una pieza de fruta tiene las mismas calorías siempre. El problema está en que la fruta sola se digiere más rápido y se aprovechan mejor sus propiedades, mientras que si la comemos con el estómago lleno se produce un proceso de fermentación que lleva consigo la liberación de alcoholes que sí tienen un alto contenido calórico. Por este motivo es mucho mejor repartir la fruta a lo largo del día para comerla entre horas.
Lo mismo sucede con determinados tipos de fruta como el plátano o las uvas, que mucha gente las deja de lado por considerarlas demasiado calóricas. Es cierto que tienen más aporte calórico que el resto de frutas, ya que su concentración de azúcar es mayor, pero aún así sigue siendo un alimento con un bajo aporte calórico que no debemos despreciar, ya que ambas son necesarias por muchos motivos y nutrientes que nos van a facilitar.
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