¿En qué consiste la dieta de la luna?
La dieta de la luna utiliza las supuestas influencias que ejerce la luna en nosotros (sobre todo en los líquidos de nuestro cuerpo) para a partir de ahí diseñar una dieta con bastantes déficits y carencias. La dieta consiste en ayunar durante veinticinco horas seguidas en los días de luna nueva y luna llena, ya que supuestamente estos extremos lunares van a beneficiar la pérdida de peso si no ingerimos nada.
En algunos sitios y para esta dieta también aconsejan un medio ayuno en los días de cuarto creciente y menguante, donde sólo se podrían tomar frutas, ensaladas, yogures, gelatina o caldos. Como todas las dietas milagro, promete grandes pérdidas de peso en poco tiempo y sin apenas esfuerzo, pero la realidad es bien distinta.
Errores de la dieta de la luna
Pensar que por un par de días al mes que ayunemos es suficiente para perder el peso que nos sobra es además de ridículo, poco sano. Por mucha influencia que ejerza en nosotros la luna, no debemos dejar un día entero al cuerpo sin nada de alimento, ya que se van a ocasionar desequilibrios metabólicos y comenzará un consumo indiscriminado de las reservas, que en algunos casos puede conllevar pérdida de peso, pero el problema es el pasar del todo a nada.
Además de problemas con el efecto rebote, ese día podemos sufrir dolores de cabeza, debilidad muscular y cansancio a lo largo de todo el día, algo normal ya que estamos tirando de reservas y no tenemos energía instantánea, algo imprescindible para el día a día y la causa principal por la que comemos a dairio.
En ningún caso se va a producir una pérdida excesiva de masa grasa, en todo caso a base de líquido, algo que se recupera fácilmente en cuanto volvemos a la normalidad de nuestro día a día. El perder peso, sobre todo a base de grasa, no es tan fácil como dejar de comer, ya que debe de haber una programación progresiva de la dieta, un ejercicio continuo y un cambio de hábitos saludables.
En Vitónica | Análisis de dietas milagro: Dieta de la zona Imágen | < lucas >