Hemos comenzado la estación en que más personas se preocupan por su cuerpo y pretenden perder los kilos de más para lucir en forma con la llegada del verano, por eso, las dietas milagro son una amenaza que crece en este período. Entonces, para que abramos bien los ojos y juzguemos con conocimiento, hoy realizamos el análisis de una dieta milagro muy popular, se trata de la dieta Scardale.
¿En qué consiste la dieta Scardale?
La dieta Scardale fue diseñada hace mucho tiempo atrás por un médico cardiólogo que propuso un plan de alimentación para utilizar las reservas de grasas del organismo. Para ello, la dieta propone incrementar las proteínas y reducir drásticamente las grasas y los hidratos.
Sólo aporta unas 1000 Kcal diarias y las mismas se componen básicamente de frutas, verduras, carnes y quesos muy magros. No se permite el agregado de aceite a las ensaladas y las pastas, arroz u otra fuente de hidratos complejos nunca están presentes en la dieta, excepto el pan que debe ser “pan proteico” (a base de soja por ejemplo), y que sólo podemos ingerir unas 2 a 3 rebanadas diarias.
La dieta no puede realizarse por más de 14 días e indica al pie de la letra lo que debemos consumir cada día, algo que debemos respetar estrictamente, según lo señalan las reglas de la dieta Scardale.
Tampoco es aconsejable esta dieta para situaciones especiales o personas que sufren enfermedades.
Errores de la dieta Scardale
En primer lugar la dieta es una serie de días en que se indica qué comer, sin importar la edad, sexo u otra característica del individuo, lo cual la vuelve una dieta no personalizada, por lo tanto, es muy difícil de cumplir a largo plazo.
Por otro lado, se indica no realizarla por más de 14 días, pues claro, los riesgos de esta dieta tan restrictiva y desequilibrada son muchos. A diario necesitamos hidratos y grasas, nutrientes muy escasos en esta dieta lo cual puede predisponer a carencias o pérdidas bruscas de peso que acaban produciendo un alto efecto rebote al dejarla.
Asimismo, al ser una dietas muy baja en calorías es claro que nos provocará hambre y sabemos que las deudas de hambre se pagan, por ende, mejor no alterar nuestra conducta alimentaria ni nuestro metabolismo con este tipo de propuestas milagrosas.
Es una dieta que nos permitirá bajar de peso y utilizar grasas, pero los resultados que logremos no los podremos disfrutar en el tiempo, pues puede dañar seriamente nuestro organismo, produciendo que el peso se recupere rápidamente tras abandonar la dieta.
Asimismo, no nos enseña a comer, no nos permite modificar hábitos, sino que es una dieta temporal. Y como decimos siempre, ¿qué mejor que bajar de peso sin sufrir y disfrutar los resultados en el tiempo?. Para ello, nada mejor que reducir porciones pero comer de todo, sin pasar hambre y sin someter al cuerpo a una dieta de hambre.
Imagen | Rainbow Photos y EraPhernalia Vintage