Las dietas milagro abundan en todas partes del mundo y en toda época del año, por ello, debemos estar atentos a sus propuestas y antes de consumirlas realizar un análisis de la dieta milagro en cuestión,. Hoy desde Vitónica realizamos el análisis de la Dieta Beverly Hills.
¿En qué consiste la Dieta Beverly Hills?
La Dieta Beverly Hills tiene su origen en los años 80 y fue muy conocida debido a su uso por parte de reconocidas celebridades de Hollywood. Basándose en que las enzimas de la frutas favorecen la quema de grasas, la dieta propone realizar 3 semanas de dieta estricta siendo la primera de ella, sólo ingesta de frutas.
No permite mezclar proteínas con hidratos ni ninguno de estos nutrientes con grasas, propone una gran pérdida de peso de alrededor de 5 a 7 kilos por semana.
La segunda semana de la dieta Beverly Hills incluye además de frutas, algo de arroz, pan integral y vegetales. Mientras que la tercera semana recién propone incluir algo de carnes magras más allá de lo anteriormente incluido. Es una dieta de muy bajo valor calórico dado la ingesta de frutas únicamente.
Errores de la dieta Beverly Hills
Como hemos dicho anteriormente, se basa en la ingesta de frutas únicamente durante 1 semana entera, en la cual pueden perderse hasta 7 kilos, lo cual indica una pérdida muy elevada de peso en la cual se pierde 50% de grasa y el resto, masa muscular y ósea. Posteriormente se incluyen vegetales y algo de hidratos complejos, por lo que el valor calórico se incrementa levemente, pero en esta dieta no se consumen proteínas ni grasas por 14 días, lo cual puede colocar en situación de déficit nutricional a nuestro organismo.
Las grasas son necesarias todos los días, en pequeñas cantidades y bien seleccionadas y por supuesto, las proteínas así como el hierro, potasio y demás minerales derivados de carnes también se necesitan y con la Dieta Beverly Hills no se incluyen por 14 días.
Al ser una dieta muy restrictiva tiene un gran riesgo de producir efecto rebote en nosotros tras colocar en “modo ahorro” a nuestro cuerpo, y además, no nos permite aprender a comer sano, no nos permite cocinar y saborear platos varios, porque al basarse únicamente en las frutas, la dieta se vuelve monótona y poco sostenible a largo plazo.
Es una dieta milagro con la cual debemos tener mucha precaución, pues no nos enseña a comer mejor, no nos permite modificar hábitos, y puede colocar en una situación muy restrictiva y riesgosa a nuestro cuerpo.
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Imagen | Plumandjello