Tras el gran conocimiento de la dieta Dukan que tanto hemos analizado en Vitónica, hoy realizamos el análisis de otra dieta milagro, o al menos, no una dieta personalizada, equilibrada y sostenible a largo plazo. Se trata de la dieta Flash, que sus promotores denominan "la última dieta".
¿En qué consiste la dieta Flash?
La dieta Flash se promociona como un tratamiento de reeducación, no como una dieta de moda, y se dice que es la última dieta porque permite una gran reducción de peso sin pasar ghambre, sin sufrir efecto rebote y además, según su autor, enseña a comer y este aprendizaje dura toda la vida.
Dicho así, la dieta Flash no parece una dieta milagro, sin embargo, debemos saber que la dieta propone una drástica reducción de los hidratos de carbono para provocar la producción de cuerpos cetónicos, es decir, de cetosis. Además, se promociona como una dieta equilibrada en la cual no hay riesgo de sufrir carencias nutricionales, pero ésto se debe a que la dieta consiste en la toma de preparados proteinados sin nada de grasa, que son suplementados con vitaminas, mienrales y aminoácidos esenciales.
Éstos preparados son producidos por los comerciantes de la misma dieta y no se pueden emplear batidos de otras marcas u otros suplementos, pues no son iguales de efectivos ni poseen igual composición, entonces, aquí ya podemos ver el inicio del negocio.
Por otra parte, la dieta consiste en tres fases, la primera dura 15 días y en ella se consumen sólo vegetales más los preparados de proteínas de suero de leche y albúmina de huevo, para no incorporar nada de grasas. En las fases siguientes se van introduciendo poco a poco los alimentos hasta lograr una dieta equilibrada sólo con alimentos.
Errores de la dieta Flash
Los errores de la dieta Flash se centran en la prohibición de determinados grupos de alimentos en los inicios del tratamiento, pues como hemos dicho otras veces, cada vez que prohibimos algo, lo deseamos más. Entonces, claramente es difícil después resistir el consumo de pastas y controlar su cantidad, porque al no consumirlas por mucho tiempo llegará un momento en el que desearemos grandes cantidades del alimento prohibido.
Por otro lado, claramente se visualiza el negocio mediante la comercialización de preparados de proteínas sin grasa con vitaminas y minerales, algo que podemos controlar con los alimentos en su forma natural, pero en este caso, la dieta Flash prefiere vendernos sus productos.
Además, claramente no es una dieta habitual, que nos permita adaptarnos a una comida familiar sin problemas, sino que mientras se ponga en práctica, deberemos comer algo específico para nosotros, por lo tanto, en un principio no estamos conviviendo con las comidas reales, sino todo lo contrario.
En definitiva, no debemos dejarnos convencer por la promoción que dice que la dieta Flash no es una dieta de moda, ni tampoco creer que será la última dieta, pues probablemente la severa restricción, la falta de personalización según características particulares y el gran descenso de peso afecten negativamente al organismo
Imagen | Donzeladef