La mayoría de las veces cuando empezamos una dieta de adelgazamiento solemos hacer caso a falsas creencias como la de beber agua todo el día para eliminar más grasa y acelerar así nuestro metabolismo. El abuso del agua puede ser todo un problema para el organismo. Sí que es cierto que debemos mantener una hidratación adecuada para lograr un organismo libre de impurezas y con unos niveles de líquido adecuados. Lo recomendable es consumir de dos a tres litros al día, sobrepasar estos niveles puede ser peligroso.
Muchas personas con el ansia por adelgazar comienzan a consumir agua como locos hasta el punto de consumir verdaderas cantidades en una jornada. Es cierto que estas personas eliminan toxinas y aceleran su metabolismo, pero junto a estas sustancias de deshecho suelen expulsar otro tipo de nutrientes necesarios en el organismo y que no deben de ser echados al exterior, sino aprovechados. Es el caso de numerosos minerales que pasan a formar parte de la orina.
Este abuso causa un desajuste en nuestros niveles de nutrientes que puede generar trastornos orgánicos que a la larga nos pasarán factura, ya que el organismo debe mantener perfectamente los niveles de nutrientes que necesita para funcionar. Por este motivo no debemos obsesionarnos con beber demasiado líquido sino mantener la justa medida necesaria para estar bien hidratados. Eso sí, en casos de altas temperaturas y aumento de la transpiración, también debemos incrementar el consumo de líquidos para contrarrestar la pérdida.
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