Chicote visita los comedores escolares de educación especial: una nutricionista nos habla de nutrición infantil

El reciente estreno de la segunda temporada de "Te lo vas a comer" nos trae de nuevo a Alberto Chicote al filo de algunos de los temas más sugerentes y debatidos del mundo de la nutrición. En esta ocasión, el programa entra, nada menos, que en los comedores de colegios de educación especial.

Chicote, de nuevo, analiza los problemas a los que se enfrentan estos establecimientos, diseccionando también el apartado nutricional. A raíz de este capítulo, nos hemos hecho varias preguntas que hemos tratado de contestar con la colaboración experta sobre nutrición infantil.

Nutrición infantil, una cuestión de vital importancia

A estas alturas sabemos de sobra la importancia que tiene la nutrición en nuestra salud. Este aspecto es aún más vital si nos centramos en la etapa infantil. Los niños, especialmente, han de contar con todos los recursos necesarios para una nutrición de calidad. ¿Qué quiere decir esto? Le hemos preguntado a Marisa Burgos, nutricionista de Sant Cugat que forma parte de Alimmenta, un equipo especializado en la alimentación de los más pequeños.

"Durante la infancia es importante asegurar un correcto crecimiento y desarrollo de los niños", introduce Marisa, "por lo que la alimentación debe ser completa y de calidad para asegurar el aporte de todos los nutrientes esenciales". Cuando hablamos de alimentación, el concepto puede ser muy amplio, e interpretado de diversa manera. ¿En qué aspecto habría que poner especial atención?

"En mi opinión", contesta, "destacaría la educación alimentaria como el aspecto prioritario en la infancia ya que es una base fundamental para que la alimentación de los niños sea la óptima y a la vez, para crear buenos hábitos de vida desde pequeños". Pero concretemos algo más sobre la alimentación. ¿A qué alimentos deberíamos prestar atención en la educación de nuestros hijos? "La alimentación familiar diaria debe aportar una buena proporción de productos de origen vegetal como legumbres, frutos secos, semillas, cereales, arroz y pasta, aceite de oliva, frutas y verduras... mientras que los alimentos de origen animal como pescados, mariscos, huevos, carnes y lácteos sin azúcar añadido deben completar la alimentación semanal".

"Los alimentos habitualmente ofrecidos en casa deben ser alimentos saludables y el niño debe poder coger las cantidades sin presión externa", continúa la experta. "El hambre suele incrementarse fisiológicamente en períodos de mayor crecimiento por lo que, en general, es posible la autorregulación de las cantidades". Como vemos, obligar al niño a comer, a la fuerza, no parece una buena idea. Por otro lado, como era de esperar, en la conversación no ha aparecido en ningún momento la repostería o el azúcar, por poner ejemplos.

"Una alimentación sana no contempla los alimentos como la bollería, los refrescos o los embutidos, que lamentablemente suelen ser los protagonistas en la alimentación diaria familiar". Sin embargo, estos ultraprocesados, como ya hemos dicho en muchísimas ocasiones, implican una serie de condicionantes para nuestra salud que pueden ser importantes.

Tras las puertas de un comedor

Como Alberto Chicote, ahora traspasamos las puertas de un comedor escolar. ¿Qué debe encontrarse en sus paredes? ¿Y qué no? El enfoque de la nutrición aquí es el protagonista, pero no el único. "El principal aspecto a destacar en un comedor sería calidad de la alimentación", nos explica Marisa. "Es decir, que la alimentación asegure un aporte diario de verduras y frutas así como una distribución correcta a lo largo de la semana de los otros alimentos como farináceos (patata, arroz, pasta..), legumbres, frutos secos, pescados, huevos, etc.", insiste la nutricionista.

La cantidad y la seguridad alimentaria deben ser otros dos aspectos a garantizar en los menús escolares, según nos explica "sin olvidar también que las preparaciones deben ser apetecibles y a ser posible con una buena presentación. En un comedor, también es importante que estén preparados para dar un buen servicio para niños con diferentes tipos de intolerancias o alergias, es decir, contar con las adaptaciones necesarias para niños con ciertas patologías".

¿Y qué hay de un comedor centrado en niños con necesidades especiales? Según nos explica la experta, las diferencias principales se encuentran a nivel de personalización: "El menú debe tener las adaptaciones necesarias para cubrir las necesidades de los niños según la problemática que tengan, es decir, tanto los platos, las cucharas o los vasos deben ser adaptados".

Otro aspecto importante al que hay que dedicarle atenciones especiales es la textura de las diferentes comidas. "Es imprescindible para lograr que la deglución de los alimentos sea la correcta y también evitar que el alimento llegue a las vías respiratorias", nos explica. "Siempre que sea posible, se debe ayudar a que los niños vayan ganando autonomía a la hora de comer, aunque es habitual que el cuidador le acompañe y le ayude en cada comida".

Sin una atención personalizada, que cuide del "formato" de la comida, de las herramientas correspondientes y de la técnica adecuada, algunos niños con necesidades especiales se ven imposibilitados. Es imprescindible trabajar para lograr su autonomía, pero esto no puede ocurrir si no se hace con una atención dedicada previa.

¿A qué se enfrenta la nutrición infantil actualmente?

"La situación nutricional de los niños es como mínimo preocupante", afirma, categórica, Marisa Burgos. "En España, entorno a un 23% de los niños tiene sobrepeso, y un 18% obesidad. En el resto del mundo la tendencia es similar". La experta nos recuerda una amenaza que acecha a la humanidad desde hace no tanto tiempo: las patologías derivadas por el exceso de peso.

El problema es aún más exasperante en cuanto a cómo afecta a los más pequeños. "Está claro que se deben tomar medidas a diferentes niveles", explica, "desde políticas de salud pública hasta un adecuado asesoramiento a nivel familiar, ya que los principales responsables de la alimentación y el estado nutricional de los niños son los padres y habría que asegurarles una correcta educación alimentaria".

Para la nutricionista, el papel de los comedores es importante en la nutrición familiar: "Desde los mismos comedores escolares se pueden sugerir las comidas que podría realizar el niño y la familia el resto del día. Aunque esto es solo un pequeño gesto dentro de todas las acciones que se deberían realizan en este sentido, podría resultar muy útil".

Al fin y al cabo, el reto principal al que se enfrenta la nutrición, especialmente la infantil, indica Marisa, es la desinformación. O la intoxicación informativa, que desemboca en lo mismo: "Existe un problema con el exceso de información poco fiable que circula tanto en las redes sociales como en la televisión y otros medios de comunicación".

Obviamente, no es el único: "También es un problema tener que hacer frente al ambiente obesogénico", continúa. "¿Y qué consideramos un ambiente obesogénico? Es el ambiente en el que actualmente vivimos, que incluye la gran disponibilidad de alimentos ultraprocesados como refrescos, bollería, galletas, etc., a bajo precio, que están muy al alcance de los niños y con paquetes demasiados atractivos para ellos y que por si fuera poco, muchos padres los consideran saludables, simplemente por el hecho de estar muy publicitados o enriquecidos con vitaminas, minerales o fibra".

La combinación se tercia funesta, y a la vista está que surge efecto: los niños en España están entre los que tienen mayor tasa de obesidad de Europa. ¿Es hora de responsabilizarnos? Las apariciones en la televisión de gente como Alberto Chicote, el papel de los nutricionistas en las redes sociales o, incluso, textos como este ayudan a combatir a la mayor epidemia del mundo, que ya se ceba con los más pequeños de la casa.

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