Hace unos años los médicos diagnosticaban pocos trastornos alimentarios, anorexia y bulimia eran los más frecuentes. Con el paso del tiempo y la evolución de la cultura social y alimentaria han aparecido variados trastornos alimentarios, unos no dejan de ser curiosos y otros extravagantes, pero todos nocivos para la salud, son los trastornos alimentarios del siglo XXI:
Drunkorexia: el otro día hablábamos de por qué engorda tanto el alcohol. Los drunkoréxicos saben que el alcohol impide el uso de las grasas y lo que hacen es limitar la ingesta calórica el día que se va a beber mucho alcohol, así aunque no utilicen ese día las grasas tampoco las almacenan. Un error grave, por supuesto, ya que al cuerpo le valen de poco las calorías vacías del alcohol, también necesita minerales, vitaminas y nutrientes para que el cuerpo funcione correctamente.
Comedor nocturno: se suele dar sobre todo en personas con obesidad sometidas a estrés o ansiedad. Por la noche debido al nerviosismo cuesta dormir y se levantan a consumir gran cantidad de calorías, porque es lo único que les calma. Esto no hace más que agravar su problema de obesidad y crear más ansiedad. Una de las soluciones que se pueden plantear es reservar una hora al día para hacer ejercicio, ya que además de quemar calorías calma el estrés y la ansiedad.
Ortorexia: un trastorno por preocuparse en exceso de comer sano. Se cuentan calorías, se sabe a la perfeccicón las cantidades de hidratos y grasas de los alimentos, se llegan a consumir sólo productos orgánicos no manipulados por el hombre. El problema es que se suele acabar desnutrido, todo lo contrario de lo que persigue una alimentación saludable, que siempre debe de ser suficiente y no deficitaria en calorías y nutrientes.
Permarexia: o también podríamos llamarla trastorno por dieta de las revistas. Son personas que están siempre a dieta y siguen las dietas da las famosas o las que aparecen en las revistas de moda. Suele ser gente que busca el prestigio y reconocimiento social.
Comedor selectivo: son personas que a lo largo de su vida van restringiendo los grupos de alimentos que comen, bien por manía o capricho, llegando a selecionar incluso sólo 10 alimentos en la dieta. Evidentemente se acabará con carencias nutricionales graves, porque si por ejemplo no hay lácteos habrá problemas en los huesos.
Es curioso como hace un siglo los alimentos escaseaban y era impensable que alguien tuviera un trastorno alimentario, ahora los alimentos no suelen faltar y aparecen este tipo de trastornos. Podemos decir que se ha pasado de la desnutrición a la malnutrición.
Vía | Infobae
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Imágen | Flickr (Luis Muñoz)