Todos conocemos lo que son las calorías y el pánico que a muchos les da escuchar esta palabra, pero debemos tener en cuenta que a pesar de ser todas la principal fuente de energía del organismo, existen varios tipos dependiendo de su procedencia y la forma que el cuerpo tiene de tratarlas. Cualquier alimento que consumamos posee un determinado número de calorías que nuestro cuerpo procesa y absorbe para transformarlas en energía que van a quemar las células. Pero no siempre todas las calorías se queman y se acaban acumulando en el organismo en forma de grasa. Esto es debido a que consumimos más de las que quemamos, o también puede deberse a que los alimentos que consumimos no son los adecuados y nos aportan calorías sin más. Para evitar esto debemos saber que no todas las calorías son iguales, y que la procedencia de éstas determinará su rápido o lento aprovechamiento.
Una cosa debemos tener clara, nuestro cuerpo está constantemente consumiendo calorías. Todas las funciones que llevamos a cabo consumen energía, por lo que las calorías son necesarias para poder vivir. Pero existen ocasiones en las que la recepción de calorías por parte del organismo es demasiado alta y rápida para que el cuerpo la pueda consumir. Cuando esto sucede la energía se acumula en el organismo en forma de grasa. Es importante saber elegir entre los diferentes tipos de calorías que nos aportan los alimentos. A priori todas son iguales, lo único que las diferencia son los alimentos que las contienen. Normalmente los alimentos que más calorías nos aportan son los que contienen un mayor número de hidratos de carbono y grasas. A la hora de consumirlos debemos elegir bien. Los hidratos obtenidos de cereales refinados contienen altos niveles de calorías que nuestro cuerpo asimila de forma rápida, lo mismo que sucede con las grasas. Este tipo de calorías son más difíciles de quemar rápidamente por lo que abusar de estos alimentos si no vamos a realizar una actividad deportiva instantes después puede ser perjudicial para nuestra dieta. Los hidratos obtenidos de cereales integrales nos aportan calorías de mejor manera, ya que al tratarse de hidratos complejos el cuerpo tarda más en digerirlos, por lo que éstas se van liberando más lentamente, lo que nos facilita su quema a lo largo de la jornada y su máximo aprovechamiento evitando así su acumulación. Algo similar sucede con las calorías obtenidas a través de la fruta y las verduras, que se encuentran a medio camino entre las que obtenemos de los hidratos de cereales refinados y las obtenidas de los integrales. Es importante que también tengamos en cuenta que no todos consumimos la misma cantidad de calorías. La masa muscular, la activación del metabolismo, diferentes factores genéticos, la asimilación de las grasas... son factores que influyen enormemente en la manera que nuestro organismo va a tener de quemar las calorías que obtiene a través de los alimentos. Sea como sea es importante que controlemos el tipo de calorías que consumimos para evitar un aumento descontrolado de peso que pondrá en riesgo nuestra salud.
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