A la hora de perder peso debemos tener en cuenta lo que comemos y la forma de prepararlo. La cocción de los alimentos es algo fundamental para no sumar calorías a los alimentos y evitar que engorden más. Además, una preparación adecuada nos ayudará a digerir mejor los alimentos consiguiendo un mayor aprovechamiento de los nutrientes y una aceleración del metabolismo con la que conseguiremos aumentar el número de calorías consumidas.
Una de las formas más recomendables para preparar los alimentos es hacerlos al vapor. Dentro de todas las formas que existen es la menos agresiva con los alimentos, ya que respeta sus propiedades y nutrientes sin añadir grasas ni calorías. Es la mejor manera de respetar los sabores, ya que solamente se utiliza el vapor de agua para cocinar.
Asar los alimentos es una buena forma de prepararlos, ya que tampoco añadimos grasas ni calorías extra, pero el cambio brusco de temperatura que experimentan al asarse hace que muchos nutrientes se pierdan. Las vitaminas son uno de ellos, ya que son las más sensibles a las subidas y bajadas de temperatura. Es una forma más sabrosa de cocinar los alimentos, pero no se mantienen intactas las propiedades, y es ocasiones se le añaden aceites que aumentan las calorías, y que debemos evitar si queremos perder peso.
Cocer los alimentos es otra solución a evitar las gasas. A pesar de esto, la cocción no es la forma de cocinar más recomendada, ya que los alimentos se sumergen en agua que absorbe muchos de los nutrientes que sueltan. A pesar de esto es una buena manera de cocinar sin añadir calorías ni grasa. Desde luego que si queremos conseguir un peso perfecto debemos evitar los fritos que nos aportarán altas dosis de calorías.
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