La comida basura rica en grasas saturadas y excesiva en calorías sabíamos que no es nada buena para la salud, pero cada día los estudios nos lanzan datos sobre males mayores al excedernos con este tipo de alimentación.
Un estudio de la Universidad de Londres ha relacionado el consumo regular de fritos, grasas, azúcares y comida preparada con la depresión. Hasta un 58% más de riesgo de sufrir esta enfermedad se tiene con respecto al grupo de personas que basan su dieta en una alimentación equilibrada (frutas, verduras, pescado).
Ya lo dijo el protagonista de Supersize me cuando se tiró un tiempo comiendo fast-food, se sentía deprimido y apático, con una sensación de depresión constante. Los científicos encuentran la clave en los antioxidantes de frutas y verduras y los ácidos poliinsaturados del pescado, que protegen las membranas neuronales del cerebro.
Otro motivo más para cuidar la alimentación y limitar este tipo de comida en nuestra dieta. Aunque los responsables del estudio dicen que todavía hay que investigar más para asegurar esta relación comida-depresión, todo apunta a que en los potenciales casos de depresión la alimentación va a ser un factor importante.
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