Después de los excesos de las fiestas, nos desesperamos por recuperar el equilibrio en la dieta, así como en nuestro estilo de vida. Sin embargo, recurrir a dietas desintoxicantes o productos milagrosos no es lo más correcto, ya que puede poner en riesgo la salud.
Por eso, la mejor forma de recuperar el ritmo que teníamos, deshincharnos y sentirnos más livianos, es incorporar una serie de consejos que te ayudarán restablecer el equilibrio. Aquí te mostramos los sencillos y sanos recursos que pueden ayudarte:
No dejes de comer: la peor opción que puedes elegir es ayunar o no comer sólidos y sólo beber líquidos, pues sólo conseguirás perder peso de manera temporal, pero junto a éste, te faltará energía y los nutrientes necesarios para recuperar la vitalidad y despedirte de la pesadez. Entonces, realizar todas las comidas diarias, sin pasar más de 4 horas sin comer, y no saltarse el desayuno es primordial para calmar el apetito y recuperar la dieta sana sin pasar hambre.
Rescata las frutas y verduras: la mejor forma de decirle adiós a los excesos sin que nuestro cuerpo se sienta sometido a una tortura es integrar más frutas y verduras a la dieta, de esta forma, también podremos reducir las calorías diarias, ingerir nutrientes variados y llenarnos de vitalidad sanamente. Recuerda la importancia de comer frutas y verduras de todo tipo y color.
Vuelve a la moderación: no sólo con la calidad de alimentos puedes ayudar, sino que es importante controlar las cantidades ingeridas. Nuevamente, puede ser de gran ayuda registrar todos los alimentos que consumes a diario, con su horario y la cantidad. De esta forma, podrás tomar conciencia de lo que ingresa en tu boca y recuperar el orden y la planificación en tu dieta.
Elige bien: para que la calidad de la dieta vuelva a ser la de antes o si haz ganado algunos kilos y quieres perderlos saludablemente, lo mejor es escoger correctamente los alimentos. Para ello, no olvides optar por lo lácteos desnatados, las carnes magras, las frutas y verduras de todo tipo y color, así como también, elige bebidas sin azúcar y cereales integrales que brindan fibra y más vitaminas y minerales. Por supuesto, la forma de cocción también influye, y en estos casos, las más recomendadas son al horno, al vapor, a la parrilla, hervido o al papillote.
Que el agua sea tu aliado: el agua durante las comidas no engorda, y éste ya es un mito desterrado. Por el contrario, el agua es la mejor bebida, sin calorías, que te hidrata sabiamente y que puede darte saciedad si la ingieres durante el almuerzo y la cena o antes de empezar a comer. No obstante, no abuses de ella: los excesos de líquidos en el organismo pueden ser más graves de lo que imaginas.
Recupera el movimiento: así como la dieta requiere de su rescate, también mereces volver a la rutina de ejercicios que realizabas, e incluso, puedes incluir cambios, nuevas disciplinas o más intensidad y duración. De esta forma, no sólo favorecerás el adecuado funcionamiento del organismo, sino que te relajarás, le dirás adiós al estrés y te llenarás de energía para seguir adelante.
Disfruta del equilibrio: si bien los festejos ya van a quedar atrás, es importante que disfrutes del equilibrio que has recuperado y sientas la vitalidad, la salud en tu cuerpo y la energía saludable que se transmite cuando uno vive sanamente.
Sin duda, con sólo enunciar estos consejos dan ganas de ponerlos en práctica, pues nada mejor que sentirse activo, liviano y saludable, aún después de una época donde los excesos son los protagonistas.
Además, no hace falta que ésto sea un esfuerzo, sino que con sólo restablecer nuestros hábitos previos o modificar algunos sencillos comportamientos, podemos lograr de nuevo el equilibrio e incluso, perder peso sin darnos cuenta.
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