Coserse la lengua para adelgazar: la peligrosa dieta de moda para bajar de peso en tiempo récord

Todos sabemos que bajar de peso no suele ser un proceso fácil: a menudo cuesta trabajo realizar un cambio de hábitos alimenticios hacia otros más saludables, que es lo que nos puede garantizar adelgazar de forma saludable y segura para nuestro organismo.

Por eso debemos estar alerta cuando nos hablan de dietas milagro y regímenes milagrosos que nos prometen bajar de peso sin esfuerzo o con métodos poco ortodoxos. El último en saltar a la palestra estos días (básicamente porque un conocido periodista de nuestro país lo está probando) ha sido el método de la malla lingual: coserse la lengua para adelgazar, una práctica que, evidentemente, está llena de riesgos para nuestra salud que no deberíamos asumir.

¿Qué es y cómo funciona el método de la malla lingual?

Puede que a nosotros nos resulte sorprendente, pero el método de la malla lingual está bastante extendido en países de latinoamérica. Se trata básicamente de colocar una malla semirrígida en la parte superior de la lengua y sujetarla a ella mediante grapas o puntos de sutura. Esta malla hace que la masticación de los alimentos sólidos sea dolorosa al mismo tiempo que inmoviliza la lengua: así, la persona que la lleva se ve obligado a consumir solamente alimentos líquidos o papillas.

La malla se coloca por un tiempo de entre 30 y 60 días: tras ese período la malla debe retirarse ya que su material se degrada. Existe también la posibilidad de colocar la malla por ciclos: se cose a la lengua y se lleva puesta durante dos meses, después se descansa una semana sin malla y, posteriormente, se vuelve a colocar otra.

Durante el tiempo que se lleva la malla lingual, la dieta se limita, como hemos dicho, a zumos, caldos, papillas y otros líquidos, y no se suelen superar las 1100 kilocalorías diarias.

Por qué la dieta a base de coserse la lengua es poco menos que una locura

Diríamos que por motivos obvios: coserse la lengua temporalmente para causarse dolor no es una solución para nada. Pero pasemos a revisar algunos de ellos:

  • No existe una reeducación nutricional: como en la mayoría de las dietas milagro, no existe una reeducación de la persona que la está llevando a cabo. Durante un tiempo se produce una limitación enorme de los alimentos que puede comer esa persona, pero ¿qué pasa cuando nos retiramos la malla? Nadie nos ha enseñado cuáles son los hábitos que debemos evitar o cuáles son los hábitos más saludables que debemos añadir a nuestra rutina.

  • Porque es un "parche" temporal: nunca mejor dicho, en este caso. No se trata de una solución a largo plazo, de un modo de alimentación que podamos mantener durante toda nuestra vida ni nos provoca adherencia, como sí lo es una dieta saludable basada en comida real. Es una dieta extrema con fecha de caducidad que no nos enseña nada.

  • Se basa en un solo tipo de alimentos o productos: alimentos líquidos que, por cierto, no tienen por qué ser menos calóricos o más saludables que un alimento sólido. Además, la ingesta exclusiva de alimentos líquidos elimina la masticación, uno de los procesos de la digestión que nos ayuda a crear saciedad. Es bastante más sencillo ingerir 300 calorías en cinco minutos si están en forma líquida (unas dos latas de Coca-cola, por ejemplo) y no quedar saciado, que si lo hacemos en forma sólida (una generosa ensalada con huevo y pollo).

  • No implica un abordaje multidisciplinar del sobrepeso: se limita a no dejarte comer. No se hace ninguna alusión a la necesidad de cambiar nuestro estilo de vida incluyendo la actividad física, además de no ofrecer como decíamos ninguna reeducación nutricional al paciente.

  • Puede ser peligroso para tu organismo: por una lado, la lengua es un músculo con numerosas terminaciones nerviosas que pueden verse afectadas al dar los puntos de sutura. Por otro lado, es posible que la malla se suelte en un determinado momento con el consiguiente peligro de tragárnosla sin darnos cuenta y de producir un atragantamiento o asfixia.

  • El temido efecto rebote: evidentemente, si no hemos recibido una adecuada reeducación nutricional, es más que posible que en el momento en que nos retiren la malla lingual volvamos a nuestros antiguos hábitos alimenticios, ganando de nuevo el peso que habíamos perdido.

En resumen, coserse la lengua es un método que, a pesar de que esté de moda, no es nada beneficioso para nosotros. Incluso entraña peligros para nuestra salud que nos podemos ahorrar siguiendo una dieta saludable basada en comida real.

Recordad que lo más importante a la hora de bajar de peso es que acudamos a un profesional del sector: el dietista-nutricionista es el profesional adecuado que, tras estudiar nuestro caso, nos facilitará una dieta personalizada y destinada a cambiar nuestros hábitos nutricionales por otros más saludables.

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