Hace una semana atrás contábamos qué cambios realizar en la dieta para poner el cuerpo a punto para el verano, y entre ellos destacábamos la importancia de consumir alimentos de temporada así como de cuidar la hidratación. Hoy, te contamos cómo mejorar nuestra dieta volviendo efectivos dichos cambios para poner el cuerpo a punto para el verano.
Cómo mejorar la hidratación
Uno de los principales cambios que debemos concretar en nuestra dieta durante el verano es incrementar la ingesta de líquidos conforme aumenta la temperatura ambiental y se pierde más agua y electrolitos por sudor. Por ello, para poner el cuerpo a punto para el verano, te damos algunos consejos que te permitirán mejorar la hidratación:
No esperar a tener sed para beber agua, pues cuando sentimos sed ya existe cierto grado de deshidratación en el organismo.
Un mínimo de 2,5 a 3 litros diarios son necesarios en verano, y si realizas activdiad física, debes aumentar esta cantidad.
Comienza desde la mañana consumiendo líquidos con el desayuno y cada 1,5 o 2 horas, ingiere un vaso o dos de agua u otra bebida para poder así, fraccionar y alcanzar adecuadamente, la ingesta de líquidos.
Escoge una bebida de tu agrado, puede se un zumo sin azúcar, o un agua suavemente saborizada en casa por unas gotas de zumo de limón o naranja.
Los alimentos también pueden ayudar, para lo cual debes escoger preparaciones en donde abunden las frutas y verduras frescas, gelatinas, sopas o batidos que incorporan agua a sus platos.
Evita sopas calientes así como infusiones a altas temperaturas o con efecto diurético, tales como el café o las bebidas alcohólicas que no hidratan tanto como el agua o un zumo de frutas.
Con estos consejos puedes incrementar la ingesta de líquidos para adecuar la hidratación en esta nueva época del año y así, prevenir riesgos para la salud tales como un golpe de calor u otros.
Cómo mejorar la ingesta de alimentos para el verano
Una de las principales estrategias para consumir los nutrientes más necesarios para el organismo en esta época del año es incrementar la ingesta de alimentos de temporada tales como melocotón, sandía, melón, ciruelas, nectarinas, albaricoques, fresas, lechugas, zanahoria, pepino, rábano u otros.
Sin embargo, hay otros trucos que nos ayudarán a mejorar la ingesta de alimentos para el verano sin sentirnos pesados o cansados dadas las altas temperaturas que pueden entorpecer el proceso de digestión, e incluso alterar la calidad de algunos alimentos.
Sigue los siguientes consejos:
Realiza varias comidas al día para fraccionar el volumen de las ingestas y así, no sobrecargar el trabajo digestivo.
Evita las comidas muy calientes y en reemplazo, escoge preparaciones frescas, tales como las ensaladas, sopas frías, bocadillos u otros.
Evita las frituras que tienen alto contenido de grasas lo cual entorpece la digestión, volviéndola más lenta y pudiendo ocasionar sensación de malestar abdominal.
Incluye alimentos y preparaciones bajas en sodio, para evitar la retención de líquido que ya produce el calor por si mismo. Para ello, escoge productos frescos, reduce el consumo de snacks salados, fiambres, embutidos y aderezos.
Por nuestra seguridad, debemos cuidar la cadena de frío de alimentos como lácteos, que deben consumirse frescos pero que pueden afectarse por las altas temperaturas, por ejemplo: yogures, leches, quesos, helados u otros.
Incluye a tus ensaladas ingredientes nutritivos, pues también necesitas suficientes calorías, hidratos y proteínas durante el verano, para ello, puedes incluir a preparaciones frías, pastas al dente, arroz, lentejas, garbanzos u otras legumbres.
Un menú ejemplo para el verano
Con las recomendaciones antes dadas para mejorar nuestra dieta para el verano, te damos un menú ejemplo para poner el cuerpo a punto, hidratándonos lo suficiente, cuidando la temperatura en función del clima y nutriéndonos adecuadamente para conservar la salud en ésta época del año: