La alimentación no sólo brinda nutrientes sino también, sensación de placer cada vez que ingerimos algo, y los alimentos tienen diferentes efectos en el organismo según los nutrientes que poseen, pues algunos producen más activación de los circuitos de placer y otros menos, mientras que algunos sacian más por su proceso digestivo más complejo.
Así, nosotros debemos tener especial cuidado con las carbograsas, un término nacido recientemente que hace alusión a la combinación de hidratos, sobre todo simples, con grasas en un mismo alimento, pues estos dos nutrientes tienen la capacidad de calmar poco nuestro apetito y brindar una alta sensación placentera al consumirlos en conjunto, por ende, comemos más y más sin darnos cuenta que aportan muchas calorías.
Por otro lado, el cuerpo humano está diseñado sabiamente para subsistir en épocas de escasez, como sufrían nuestros antepasados, por ende, ante la presencia de energía rápida y concentrada, como pueden ofrecernos los azúcares y grasas juntas, tendemos a comer más.
Por todas estas razones, debemos tener cuidado con los alimentos peligrosos que poseen carbograsas e intentar consumirlos de manera controlada, para gratificar al cuerpo sin excedernos con las cantidades. Entre los alimentos con carbograsas se encuentran los pasteles, helados, bollería, dulce de leche, algunos postres y galletas.
Seguramente habreis experimentado alguna vez que no podemos comer mucha cantidad de miel a cucharadas porque sólo posee hidratos simples, pero sí podemos consumir mucha más cantidad si dicha miel se conjuga con manteca u otro cuerpo graso en un producto de bollería.
Sólo es recomendable recordar esto y controlar la ingesta de los alimentos ricos en carbograsas, porque brindan mucho placer pero también pueden empujarnos hacia el exceso.
En Vitónica | Motivos por los que nos sentimos atraídos por los alimentos que más engordan Imagen | Stu Spivack