Hay un "día internacional" para todo, y hoy es el día internacional sin dietas lo cual nos parece estupendo. El concepto surgió en 1992 como un día dedicado a la aceptación de nuestro cuerpo y a recordar por qué pueden ser peligrosos algunos de los regímenes que circulan por el mercado.
Como sabéis, en Vitónica tenemos una sección dedicada a las dietas milagro en la que hemos analizado 51 dietas diferentes hasta la fecha. Algunas clásicas y de las que todos hemos oído hablar, otras menos conocidas y muy sorprendentes... Hoy hacemos una recopilación de las dietas más absurdas que puedes hacer y te contamos por qué no es buena idea hacerlas.
Por qué decir "no" a las dietas milagro
Hablando en términos generales, podemos considerar "dieta milagro" a aquella que promete una pérdida de peso por encima de lo recomendado (que suelen ser 2 kg al mes) en un período corto de tiempo. Estas dietas pueden limitar drásticamente o directamente eliminar un grupo concreto de nutrientes (como las que no permiten comer carbohidratos) o bien basarse casi exclusivamente en el consumo de un alimento (como la dieta de la piña, por ejemplo). En cualquier caso no promueven una alimentación equilibrada y saludable.
Otro de los factores a tener en cuenta al mirar estas dietas es que suelen hablar del peso corporal pero no tienen en cuenta otros factores como la hidratación, el porcentaje de masa muscular o de masa grasa. Así, es fácil que siguiendo estas dietas perdamos peso en forma de líquidos e incluso músculo. El peso en la báscula es importante, sin duda, pero no es un factor que podemos evaluar de manera aislada.
Nuestro top 5 de dietas absurdas
Ha sido complicado elegir solo cinco, pero allá van:
- La dieta de la uva: uvas e infusiones es lo único que podrás comer durante tres a cinco días, dejando de lado grasas y proteínas, y con un aporte calórico muy por debajo de lo necesario.
- La dieta de la cerveza: defiende que "sólo con beber cerveza helada se pueden quemar muchas más calorías que haciendo ejercicio" y sin limitarse en las comidas, ya que el cuerpo debe producir calor para contrarrestar la ingesta fría de cerveza. No controla calorías ni macronutrientes e invita a consumir alcohol sin tener en cuenta su efecto sobre nuestra salud ni sus calorías vacías, ¿qué podría salir mal?.
- La dieta del delfín: consiste básicamente en beber medio litro de agua de mar al día. Además de que no hay estudios científicos que certifiquen que beber agua de mar mejore la salud, puede provocar desequilibrios electrolíticos y deshidratación.
- Dieta de la luna: nos propone ayunar durante veinticinco horas seguidas en los días de luna nueva y luna llena porque estos momentos benefician la pérdida de peso. En las fases de cuarto creciente y menguante se hace semi-ayuno. El ayuno intermitente no está mal, pero no hay estudios que nos digan que hacerlo coincidir con las fases lunares nos dará mejores resultados.
- Dieta del bebé o del potito: consiste en comer 14 potitos de bebé al día, y además una cena de verdura y carne. Una dieta hipocalórica si somos personas activas (rondaría las 1400 calorías aproximadamente) con desequilibrios de macro y micronutrientes y tremendamente monótona (y cara).
Recuerda que lo más importante a la hora de bajar de peso es la reeducación nutricional por parte de profesionales y el cambio de hábitos hacia otros más saludables: solo de este modo se consigue llevar una alimentación sana y equilibrada y mantenerla a largo plazo. Además de preocuparnos por el número que marca la báscula también es importante hacerlo por el buen estado de nuestro organismo.
Imágenes | istock
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