Es precisamente en estos meses cuando nos sentimos abrumados con dietas, productos y otras estrategias que nos proponen perder peso con rapidez y sin mucho esfuerzo. Entre estas ofertas encontramos la dieta del pomelo, que hoy decidimos incluir en nuestra sección de análisis de dietas milagro y colocarla bajo la lupa.
¿En qué consiste la dieta del pomelo?
La dieta del pomelo propone incluir a lo largo de dos o tres semanas como máximo, pomelo en todas las comidas. Se promueve a esta fruta como un potente quema grasa y se promete una pérdida de peso significativa que puede alcanzar los 8 kilos en una semana.
Otro rasgo importante de la dieta del pomelo es que promueve la ingesta de café, sobre todo en el desayuno que será compuesto por medio pomelo y un café o té sin azúcar.
En el almuerzo o las comidas se debe consumir medio pomelo, 2 huevos duro, ensalada de pepino y tomate aliñada con limón y hierbas y una tostada de pan integral con café o té sin azúcar. Mientras que en la cena se debe ingerir nuevamente medio pomelo, ensalada de lechuga aliñada con zumo de limón y 200 gramos de pollo a la plancha que puede ser reemplazado por tofu o seitán.
Errores de la dieta del pomelo
Viendo la estructura de la dieta del pomelo y analizando su composición nutricional, claramente podemos ver el primer error de esta dieta milagro: es muy restrictiva, de muy bajo valor calórico e insuficiente en nutrientes que el cuerpo necesita.
Casi no presenta grasas, más que las derivadas del pollo y otro error que la caracteriza es adjudicar a un alimento propiedades milagrosas como es dar al pomelo la característica de quema grasa.
Los alimentos no son variados, es una dieta baja en hidratos y proteínas y muy pobre en calcio así como en hierro y otros minerales.
Claramente esta dieta no puede prolongarse más de tres semanas en nuestra vida dada la restricción que propone y además, puede alterar nuestro metabolismo, así como propiciar un efecto rebote sin modificar hábitos alimenticios.
Imagen | Muffet y Little blue hen.