Hace un par de días atrás hablábamos de la comida rápida y de las calorías que ésta puede aportar al organismo por medio de las grasas saturadas y los azúcares simples, sin embargo, se nos ha pasado un alimento que nos ha invadido hace no mucho tiempo, se trata del kebab que muchos nos preguntamos, ¿es peor que una hamburguesa? A pedido de nuestros lectores (Pablo y Trendy86) te lo contamos a continuación.
A simple vista el kebab parece un sano bocadillo, sabroso y rápido, pues reboza de carne sin grasa visible, tomate, lechuga y una salsa que al estar elaborada a base de yogur, imaginamos, no es perjudicial ni muy calórica, pero el problema surge cuando nos detenemos al analizar la carne de este típico bocadillo turco que nos ha invadido poco a poco.
La carne que se coloca el kebab es, según nos dicen las promociones, de cordero, sin embargo, un estudio británico realizado hace aproximadamente un año detectó que en realidad se trata de restos de carne que se colocan a girar junto con distintos condimentos para después formar el tradicional bocadillo turco.
Y claro, si se trata de restos, la grasa es notable, tal es así que se ha denunciado la gran cantidad de grasas saturadas y por ende, calorías que aportan los kebabs, ya que pueden superar las 1000 calorías por unidad.
Por supuesto, la grasa saturada de la carne es el principal ingrediente nocivo, así como el sodio de los condimentos de la misma y de la salsa y el pan típico del kebab. Por otro lado, el pan del kebab, pese a ser delgado, es de gran tamaño y supera los 100 gramos, lo cual aporta también, una gran parte de las calorías del plato.
Por supuesto, no podemos negar que la salsa a base de yogur natural (si es que sólo contiene esa base) es preferible a la mayonesa o la salsa americana que abunda en las hamburguesas. Además, la cantidad de vegetales de los kebabs es superior al del resto de las comidas rápidas.
Pero claro, en términos de calorías y grasas saturadas, la dudosa procedencia y la mala calidad de la carne hacen que el kebab quede en primer lugar, pues en la hamburguesa, si bien las grasas abundan, la carne nunca es lo que predomina, sino el huevo frito, el pan y las salsas.
Concluyendo, se trata de una comida rápida que aunque tenga más vegetales y menos frituras entre sus ingredientes, está colmada de calorías y su calidad no siempre es la que aparenta, por eso, como con el resto de estos platillos, debemos consumirlos con moderación y no deben ser una comida habitual y mucho menos diaria en nuestra mesa.
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En Vitónica | Las calorías de la comida rápida
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