Cuando hablamos de lácteos pensamos en alimentos que derivan de la leche de vaca y quizá por esto, incluimos en este grupo de alimentos a la nata. Sin embargo, la nata posee mayor proporción de grasas que la leche o el yogur y representa más bien la fracción lipídica extraída de la leche, por eso, la nata no cuenta como lácteo sino que se incluye dentro del grupo de los cuerpos grasos.
Posee una elevada cantidad de grasa saturada y aunque presenta buenos micronutrientes similares a los de la leche, no podemos considerar a la nata como un lácteo fuente de proteínas o calcio, sino que más bien es fuente de grasas de origen animal.
La nata se elabora con la materia grasa de la leche que podemos observar si dejamos la leche cruda en un recipiente por un tiempo. Esa capa de grasa se separa y se envasa para elaborar la nata comercial que puede usarse líquida o para montar. Ésta última puede llegar a poseer un 55% de grasa, lo cual explica por qué la nata no cuenta como lácteo sino que más bien, representa una nutritiva fuente de grasa que sí deriva de la leche pero que se incluye en el grupo de alimentos de los cuerpos grasos.
En Vitónica | La nata, ¿un alimento saludable en nuestra dieta? Imagen | Lightbulbf