La obesidad es una enfermedad multifactorial y por ello, su abordaje para superarla debe incluir no sólo un tratamiento nutricional, sino que se requiere del apoyo de la actividad física y de la psicología, para entender que se trata la patología y modificar aquellas conductas que contribuyen a su aparición.
Como los genes no podemos modificarlos, pero sí podemos influir en ellos con factores ambientales para prevenir el aumento de peso, existen además de la calidad de la comida, la cantidad de la misma y la actividad física, ciertas conductas que rodean el acto de comer que contribuyen a perder peso.
Entre las estrategias que componen el tratamiento cognitivo conductual que ayuda a adelgazar se encuentran:
Comer sentado: estos ayudará a tomar conciencia de que estamos comiendo y además, reduce la ingesta de todo tipo de alimentos que a medida que encontramos mientras caminamos, vamos picoteando.
Comer en plato chico: la simple sensación visual de que el plato está lleno, influye en nuestro proceso de saciedad al ver una gran cantidad de alimento en un plato de menor tamaño que, en un plato normal, parecería escasa.
Apagar la TV, el ordenador o la radio: comer sin distracciones permite concentrarnos en lo que comemos y darnos cuenta de la cantidad, la calidad y el tipo de alimentos que estamos ingiriendo, lo cual, incide psicológicamente en el momento de frenar el consumo.
Masticar bien los alimentos: no sólo facilita la digestión de la comida, sino que el mayor tiempo que implica masticar cada alimento produce más saciedad. Asimismo, la masticación requiere de una mayor cantidad de saliva y con su segregación se inicia la cadena de señales que al llegar al cerebro, calma el apetito.
Realizar un registro diario de alimentos: anotar los alimentos consumidos, su horario y la cantidad ingerida ejerce un efecto de autocontrol que previene el sobreconsumo alimentario y por ello, favorece la pérdida de peso.
<br /<Estos sencillos comportamientos se utilizan de manera práctica para modificar los hábitos de las personas que desean combatir su obesidad o simplemente, perder peso de manera saludable.
Por supuesto, no podemos olvidar el resto de los pilares que influyen en el adelgazamiento, pues de nada sirve aplicar estas conductas, si en la calidad de la dieta predominan las grasas saturadas o azúcares simples, o bien, si aún teniendo una dieta sana, pasamos largas horas del día sin movernos y no realizamos actividad física.
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