La paleodieta es una de las dietas más famosas y discutidas en la actualidad. Se trata de un estilo de alimentación que busca imitar de manera adaptada un tipo alimentación que se llevaba a cabo en el Paleolítico.
La idea detrás de este estilo de alimentación es priorizar el consumo de proteínas magras de carnes o pescados, pero también grasas saludables y carbohidratos provenientes de tubérculos y verduras. En este sentido, todavía hay quien cree que se trata - o debería tratarse - de una dieta hiperproteica donde solo se coma carne y se dejen al margen los carbohidratos.
Sin embargo, la investigaciones al respecto encuentran que, efectivamente, los hidratos de carbono sí que formaban parte de la dieta paleolítica. Esto es, precisamente, lo que señala una reciente investigación en la que se han hallado fragmentos carbonizados de verduras y tubérculos, en unas cenizas de 170.000 años, en una cueva de Sudáfrica. Se tratarían de unos tubérculos, conocidos como Hypoxis (patatas africanas), asados más antiguos jamás encontrados.
Esto señalaría a que, efectivamente, en el Paleolítico se consumía una importante cantidad de tubérculos, similares a las patatas actuales. Los investigadores consideran que esto podría indicar que mantenían una dieta muy equilibrada que combinaba proteínas e hidratos de carbono.
Igualmente, consideran que es posible que hasta ahora se haya sobrestimado el consumo de carne que se hacía en la época debido a que los huesos de animales se conservan durante más tiempo que los restos de vegetales y tubérculos y, por lo tanto, serían más sencillos de encontrar. En definitiva, si queremos adaptar la dieta paleolítica para llevarla a cabo hoy en día, puede que sea interesante introducir los tubérculos en ella.
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