Bajar de peso sin hacer dieta o limitarse en las comidas es, para muchos, lo ideal. Sin embargo, tiene sus riesgos, aunque también, sus beneficios.
Un grupo de científicos de Australia ha experimentado en animales un mecanismo molecular que reduce el depósito de grasa en el organismo.
Los adipocitos o células grasas poseen un sistema de renina-angiotensina que colabora con la regulación de la presión arterial e interviene en el volumen sanguíneo. Se sabe que los fármacos que bloquean un paso esencial de este proceso ocasionan un descenso de peso pero se desconoce la causa y cómo se genera.
Así, los investigadores analizaron animales que carecían de un gen que codifica la enzima convertidora de angiotensina, clave en el funcionamiento del sistema antes dicho.
Los resultados expresan que una deficiencia de ésta enzima conduce a un menor peso corporal. De hecho los animales que carecían de la enzima pesaban un 20% menos y tenían entre un 50 y un 60 % menos de grasa corporal, sobre todo, grasa abdominal.
Durante el estudio se comprobó que los animales con menos peso y menos grasa no comían menos ni eran más activos, sólo los diferenciaba del resto que carecían de la enzima convertidora de angiotensina.
Los científicos, aún sin saber si el sistema funciona igual en seres humanos, piensan en fármacos que alteren dicho sistema y permita reducir la grasa corporal y con ésta, prevenir la obesidad.
Si bien la obesidad se puede prevenir limitando o reduciendo los depósitos de grasa, esto no significa que ganemos en salud si lo que pensamos es seguir comiendo como lo hacíamos anteriormente.
El título del artículo es totalmente cierto, según lo comprobado en eśta investigación, pero no ser obeso no implica estar sano totalmente.
Es decir, prevenir la obesidad y reducir la grasa del organismo reduce el riesgo cardiovascular, pero si continuamos con una alimentación rica en grasa, calorías, azúcares simples, y sal, y no realizamos actividad física alguna, pues los más probable es que, a pesar de tener un peso coporal normal, tengamos un alto riesgo cardiovascular debido a otros factores.
Entre los factores riesgosos podemos encontrar colesterol alto en sangre, colesterol HDL o bueno reducido, triglicéridos elevados, alta presión arterial, glucemia alta en sangre u otros.
Entonces, por más peso normal que tengamos y aún quitando cierto porcentaje de riesgo cadiovascular por la reducción de grasa abdominal, es indispensable modificar hábitos de nuestro estilo de vida que nos permita vivir con salud completamente.
Pues si no abandonamos la mala alimentación y seguimos siendo sedentarios, lo único que lograremos con un fármaco que bloquee el sistema renina-angiotensina es perder peso y reducir grasa corporal, pero podemos continuar teniendo otros factores de riesgo para la salud que sólo desaparecen con un estilo de vida saludable.
No olvidemos que la obesidad no sólo es un exceso de grasa en el organismo y no se trata únicamente de una cuestión de peso, sino que es un trastorno de la conducta alimentaria que requiere para su superación, modificaciones en los hábitos alimentarios y en las actividades cotidianas que conforman la vida de los obesos.
Vía | Nutriguía En Vitónica | 10 reglas para perder peso de forma saludable