Todos sabemos que en las fiestas de fin de año es muy frecuente ingerir una notable cantidad de calorías que ingresan al organismo de alimentos de mala calidad. Y como recurso para evitar el aumento de peso o compensar los excesos que ya sabemos cometeremos, es frecuente acudir a estrategias alimentarias severas tales como una dieta detox. Sin embargo, ¿es buena idea ponerla en práctica antes de Navidad?
Los efectos de realizar una dieta detox
Una dieta detox o depurativa tiene por finalidad ayudarnos a "eliminar toxinas" de nuestro cuerpo y también suelen usarse como un recurso rápido para perder peso en poco tiempo.
Si bien fueron usadas en un principio como terapia natural ante casos de autointoxicación, hoy sabemos que las dietas detox no sirven para "depurar" el organismo y no son necesarias porque nuestro cuerpo por sí sólo puede eliminar cualquier toxina o sustancia que esté causando efecto negativo en el mismo, excepto que se trata de un veneno o sustancia tóxica en muy altas proporciones.
Por otro lado, las dietas detox son usadas para adelgazar porque son dietas muy pobres en calorías, frecuentemente basadas en alimentos o preparaciones líquidas como pueden ser batidos o zumos.
Es claro que ante una notable reducción de calorías y una gran ingesta de líquidos podemos perder peso y deshincharnos o revertir una retención de líquidos fácilmente. Por eso, son dietas efectivas al momento de adelgazar rápido pero no son en absoluto sostenibles en el tiempo, es decir, no generan adherencia.
Así, las dietas detox pueden colocar en una mala posición al organismo, ocasionando estrés al mismo al no permitir la ingesta de alimentos placenteros y que habitualmente encontramos en la mesa familiar o en un evento social. Esto trae como consecuencia el mayor deseo por aquello "prohibido", ansiedad y finalmente una alteración del comportamiento alimentario que predispone a un descontrol cuando la dieta se libere de esta estrategia estricta.
Por otro lado, ante una gran pérdida de peso y una considerable disminución de las calorías, el cuerpo se resiente sufriendo una adaptación metabólica como se ha observado en participantes de "The Biggest Loser" que reduce el gasto de calorías basal e incrementa al mismo tiempo, hormonas que señalizan el hambre y el apetito como la grelina.
Todo esto nos lleva al mismo descontrol alimentario: un mayor consumo de alimentos con menos saciedad que, acompañado de un menor gasto metabólico puede traducirse en un efecto rebote.
Más allá de todo esto, las dietas detox no están avaladas por la ciencia y por lo tanto, podrían considerarse una más de las tantas dietas milagro que se nos ofrecen para perder peso y beneficiar la salud sin fundamento alguno.
¿Sirve para compensar la posterior comilona de Navidad?
Como hemos dicho, las dietas detox no depuran ni son una estrategia eficiente para perder peso a largo plazo. Es decir, pueden ser de utilidad si queremos perder unos kilos en poco tiempo, pero ello no estará libre de consecuencias negativas.
Ahora, ¿sirve para compensar la comilona de Navidad? La realidad es que, lejos de ayudar, las dietas detox pueden predisponer a peores comilonas en Navidad.
Tal como explicamos antes, el organismo se siente amenazado ante tal estrategia que quita energía diaria y por ello, hormonas que brindan saciedad como la leptina se reducen mientras se incrementan las que manifiestan hambre y apetito como concluye un estudio publicado en 2010.
Además, al sentirnos estresados también tendremos más apetencia por alimentos calóricos y estos saciarán menos como han observado científicos estadounidenses, razón por la cual si realizamos una dieta detox previo a la Navidad es muy probable que en los eventos propiamente dichos la ingesta sea aun más excesiva.
Y no podemos dejar de considerar el factor psicológico: "si llevo una dieta detox antes podré comer más en Navidad sin que ello implique un gran aumento de peso". Todo esto nos lleva a pensar que podemos obtener más perjuicios que beneficios si ponemos en práctica una dieta estricta como lo son las dietas detox previo a la Navidad.
Por otro lado, los efectos negativos de la dieta detox no se acabarán allí, porque la adaptación metabólica que ocasionan este tipo de estrategias puede perdurar hasta seis meses después, entonces, no sólo comeremos más en Navidad sino que también podemos sufrir un aumento de peso progresivo después y ello de seguro no es algo que deseamos.
En definitiva, las dietas rápidas o estrategias temporales no son nunca recomendables, sino que la clave está en escoger una dieta de calidad que nos enseñe a comer. Lograr una buena reeducación alimentaria que nos ayude a adoptar buenos hábitos es la solución definitiva en todos estos casos.
¿Qué puede hacer previo a la Navidad?
Si queremos prepararnos de la mejor forma para llegar a la Navidad quizá con unos kilos menos o tal vez, sin aumentar de peso, lo mejor que podemos hacer es llevar una dieta sana, organizada y que jamás nos produzca hambre.
Así, dejar de comer no es buena opción sino que es recomendable ingerir alimentos de calidad, reservar el alcohol y los dulces u otros platos calóricos para los días especiales así como movernos siempre que sea posible y si podemos intensificar el entrenamiento en estas fechas mucho mejor.
Sólo con ejercicio podremos compensar en cierta forma un mayor consumo de calorías en Navidad, pues una dieta detox en realidad no compensa sino que descompensa todo nuestro organismo y su comportamiento.
Imagen | Pixabay
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