La obsesión por adelgazar es tan grande en la mayoría de nosotros que en muchos casos optamos a soluciones que nos prometen el oro y el moro a la hora de obtener unos resultados sorprendentes. Muchas son las técnicas de moda para perder peso. Un caso que está en boca de todos es el uso del chitosán como inhibidor de gran parte de las grasas que consumimos a la hora de comer. En este punto es donde nos surge la pregunta de si esto es realmente cierto o no.
Este complemento se obtiene de los esqueletos de crustáceos y se supone que el efecto que tiene en nuestro organismo es el de absorber gran parte de las grasas que ingerimos al comer. Pero este efecto puede ser un arma de doble filo que en vez de ayudarnos a adelgazar nos haga coger más peso. Ante todo tenemos que ser conscientes de que los milagros no existen, y que el chitosán no lo es en sí mismo ni mucho menos.
Cada gramo de chitosán absorbe una parte de grasas, en concreto ocho gramos. Si tenemos en cuenta que lo recomendado para cada día es ingerir tres gramos de chitosán estaríamos eliminando veinticuatro gramos de grasa. Es cierto que no es el cien por cien, pero es una cantidad importante, aunque no es nada milagroso, sino que esto puede desencadenar una falta de cuidado en nuestra dieta y caer en la confianza de que al tomar este producto eliminaremos todas las grasas, aumentando así la ingesta y engordar de manera insana sin enterarnos.
También debemos tener en cuenta que no solo la grasa es la responsable del exceso de peso, sino que abusar de los hidratos de carbono y las proteínas puede causar en nosotros sobrepeso. Por ello el chitosán dejará de ser efectivo. Para evitar esto lo necesario es educar nuestra forma de comer y adoptar así unos hábitos de alimentación saludables, combinados con ejercicio para así evitar aumentar nuestro peso de forma desmedida.
Pero el problema de utilizar el chitosán o cualquier inhibidor de las grasas no se queda solo en eso, sino que además hay que tener presente que las grasas son necesarias, ya que de este modo no obtendremos ácidos grasos esenciales para el organismo, ni tampoco podremos asimilar las vitaminas liposolubles como la A, la E, la D o la K. Por ello no es demasiado recomendado consumir este tipo de productos que nos garantizan un adelgazamiento rápido evitando la absorción grasa.
La mejor solución desde luego es seguir una dieta equilibrada en la que las grasas no tengan demasiada cabida, eso sí, los ácidos grasos esenciales siempre deben estar presentes. Junto a esto es necesario realizar deporte para conseguir mantener el peso ideal y no tener que recurrir a este tipo de productos que pueden poner en riesgo nuestra salud.
Imagen | flokz
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